El señor Miguel Ángel Mancera tiene tiempo en campaña. Comenzó cuando alguien le señaló que podía posicionarse en breve para estar en la posibilidad de competir por la Presidencia de la República, por lo que de inmediato puso empeño en orientar las acciones de su gobierno en ese sentido.
Como cualquier funcionario que tenga aspiraciones, el señor Mancera ha venido utilizando el aparato burocrático en su beneficio, pero en el escenario político del país los políticos hacen eso y más cuando de buscar rendimiento político se trata. Hasta ahora no lo ha hecho mal, y aprovecha cualquier resquicio para colar sus pretensiones, como fue el caso de la invitación al Papa Francisco para nombrarlo Huésped Distinguido de la Ciudad de México.
Pero también debiera considerar el señor Mancera otras peculiaridades que se presentan en el altiplano mexicano. Mucho se ha discutido si la Ciudad de México es el santuario de los capos del narcotráfico y el crimen organizado porque aquí pasan desapercibidos y pueden caminar libremente sin ser reconocidos. Esa afirmación pudiera ser una declaración de incompetencia para la dependencia que encabeza el señor Rodolfo Ríos Garza, que hasta ahora ha mostrado y demostrado que no tiene tamaños para el reto que le asignaron, y que por mucho que la estima que le tiene el señor Mancera lo mantenga en el puesto, lo cierto es que las cosas no caminan en el mismo sentido que las quiere o pretende su jefe.
La muestra de que el crimen organizado esta presente en la Capital de la República es el operativo que realizó en Tepito la propia Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, asegurando más de 130 kilogramos de marihuana. Y aunque haya sido parte del operativo de seguridad y vigilancia en el Centro Histórico y el Barrio de Tepito, todo indica que al encomienda principal es disuadir a los narcomenudistas. Y no es que este sea la mejor forma de enfrentar nuestra criminal realidad, pero el señor Mancera no tiene ganas de mover el avispero porque hasta ahora se la ha llevado "de pechito" como se dice en el argot popular, para evitar que cualquier circunstancia lo haga perder el paso rumbo a su candidatura presidencial.
El señor Miguel Ángel Mancera tiene todo el derecho de aspirar a ser candidato a la Presidencia de la República, pero a lo que no tiene derecho es a esconder la gravedad de lo que ocurre en diversos puntos de la Gran Ciudad porque eso significa un engaño para quienes le han manifestado simpatías en diversas partes del país. No se puede ocultar el sol con un dedo dicen por ahí, y hasta ahora las cosas más graves no han podido ser resueltas. Uno de esos casos es el que corresponde al saqueo de las arcas públicas organizado por Marcelo Ebrard Casaubón, y que hasta ahora no ha sudo cuantificado. La reapertura de la Línea 12 del Metro es la peor muestra de la impunidad con la que se esconden los delitos en la CDMX. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.