La cadena de errores que se han sucedido a raíz de que la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación iniciara sus embates contra el Gobierno Federal, evidencia la falta de capacidad de los sistemas de inteligencia del Estado Mexicano para prevenir las cosas, y para mantener una severa vigilancia sobre sus principales líderes, a quienes conocen muy bien y saben de lo que son capaces. Ante la evidencia delincuencial de sus liderazgos, no se podía haber relajado el monitoreo, porque no son los hombres del gobierno quienes importan, sino los más de ciento veinticinco millones de mexicanos que habemos en este país.
Sin lugar a dudas el Gobierno Federal ha entrado en una dinámica que lo mantiene ocupado y preocupado a causa de que no logra sacudirse el problema que le ha significado la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, cuyos integrantes hasta ahora presentan saldo a favor ya que prácticamente lo han arrinconado, al grado de que sus integrantes se mantienen en vilo un día sí, y otro también. Y no es que me haya dado por la exageración, simplemente es que analizando lo que ocurre en la mayor parte de los cuatro estados donde la presencia de la CNTE es mayoritaria, hasta ahora solamente observamos por parte del Gobierno Federal impotencia y falta de estrategia y elementos para imponer el orden, y lo peor de todo, es que no existe forma de que este problema salga adelante por la vía de la negociación, por el contrario, la propia disidencia magisterial ya lo entendió y ahora arreciará sus actos de sabotaje para obligar al Presidente Enrique Peña Nieto a capitular.
La fuerza de al Policía Federal Preventiva para este tipo de avatares asciende a poco más de cinco mil elementos, quienes por desgracia tampoco cuentan con una estrategia de abastecimiento de alimentos y combustible para el caso de realizar un acto de fuerza para liberar las carreteras federales y estatales. El problema es que quitando algunos, seguramente surgirán otros porque los centistas viven en el lugar, caso contrario a los elementos policiales.
La posible solución estriba en retirar a los cerca de setenta mil profesores que se encuentran comisionados al sindicato magisterial, y regresarlos a las aulas, y aunque llevará un buen número de semanas, se les quitaran elementos para seguir realizando actos de sabotaje. Otro ejemplo de fuerza sería el retiro de los salarios en el caso de negarse a regresar a los salones de clase. No es de fácil resolución la situación que enfrenta el Gobierno Federal, pero ya basta de actitudes timoratas porque el siguiente paso es que las decisiones comiencen a colocar al país en riesgo. Cada día que pasa el señor Andres Manuel López Obrador se calienta las manos porque todo indica que le entregarán al país en bandeja de plata para que lo termine de destrozar. Los yerros han sido brutales, y el daño causado por la CNTE, siempre dirigidos a los puntos neurálgicos del Gobierno Federal. Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de la ineptitud gubernamental. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.