Kakistocracia tricolor

sinpunto

Menudo lío siguen armando los tricolores para entregar el poder en menos de dos años. Y no tengo duda alguna de que así ocurrirá porque pareciera que todos los encumbrados políticos caminan en el mismo sentido, y con ello siguen destrozando a la militancia. Para decirlo mejor, cada día que pasa su kakistocracia, o séase los peores,

siguen haciendo de las suyas sin que hasta la fecha exista alguien que les ponga freno, o un poco de orden.

La degradación de esa “clase” política con absoluta carencia de clase resulta evidente, y están entrando en una dinámica de la que difícilmente podrán salir en el corto plazo, lo que quiere decir que habrán de pasar varias generaciones para que surjan elementos capaces de limpiar la podredumbre actual. No tan sólo es la terrible corrupción y las complicidades que durante tanto tiempo se han construido para saquear impune y sistemáticamente las arcas públicas, sino la maldita pobreza que han propiciado para incluir en ella a la mayor parte de los mexicanos.

Si bien es cierto que el fenómeno se presenta en todos los partidos, los creadores del sistema con todas sus peculiaridades fueron los tricolores. Ahora han dado una muestra más de lo que son capaces. Rubén Moreira, gobernador de Coahuila, y quien recibiera en herencia el poder de parte de su hermano Humberto, quien fue capaz de saquearlo de forma cínica y descarada, ha organizado un grupo que siguió haciendo lo mismo y pretenden mantener ese estatus por mucho tiempo, pero también hay que señalar que las cosas han comenzado a salirse del control.

Ante la cerrazón del segundo de los Moreira, y su decisión de que lo suceda otro ladrón, Javier Guerrero García ha optado por abandonar las filas del tricolor.

Maestro en la Universidad Iberoamericana y la UNAM, ha sido tres veces diputado federal entregando buenas cuentas, y funcionario federal con nivel de subsecretario. En todos lados se le ha reconocido su honestidad, y pareciera que ese es el principal obstáculo para su postulación como candidato a gobernador porque los Moreira quieren otro pillo como ellos.

Hay cosas que parecen inexplicables, y una de ellas es la “amplia” complacencia del presidente Enrique Peña Nieto para que sus correligionarios sigan saqueando al país. Si no se ha dado cuenta de ello la cosa es mucho más grave y pasará a la historia encabezando una de las etapas más oscuras de su ejercicio político. No sé si el cerco en que lo mantienen evita que se entere de las cosas, pero en cualquier caso será cómplice de lo que ha sucedido y sucederá en los próximos dos años.

Resulta difícil identificar el comienzo de esta pesadilla, y mucho más difícil será enterarnos cuándo tendrá final. México no puede seguir por la misma ruta porque el peligro es que el sistema implosione y provoque un desastre político y social que fracture eso que denominamos “Pacto Federal”. Pareciera que nuestros políticos, de todos los partidos, están haciendo de todo con tal que México deje de ser lo que es. Al tiempo.