Sin lugar a dudas la mejor campaña política es la de Andrés Manuel López Obrador. Y no es que el tabasqueño sea un especialista de la estrategia, simplemente es que preocupa tanto a sus adversarios que son ellos mismos quienes están haciendo la talacha y generando la percepción de que es el favorito y por ello hay que bajarlo a como dé lugar. Para decirlo de otro modo, una vez que termine el periodo de campañas en el país
podremos escudriñar el enorme gasto que están realizando sus adversarios en los medios para intentar bajarlo del primer lugar, pero también debemos aceptar que lo que más han logrado es reafirmarlo como tal.
Ahora ha sido el vocero de la Presidencia de la República quien le ha dado “respiración de boca a boca”, como se dice en el argot popular, ya que rechazó que el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, haya tenido comunicación con el empresario Carlos Slim, a quien le dio por defender el proyecto y construcción del Aeropuerto de la Ciudad de México que se realiza en los terrenos de lo que fuera el Vaso de Texcoco, y que tanto ha criticado el candidato del Movimiento Regeneración Nacional.
Lo cierto es que Andrés Manuel López Obrador ha comenzado a incrementar el número de enemigos a causa de esa constante vocación que tiene para criticar a quienes se colocan del lado oficial, aunque en el pasado haya realizado negocios con ellos. Lo que no podemos olvidar es que la construcción de los segundos pisos en la Ciudad de México fue obra de Carlos Slim, quien “generosamente” decidió hacerse cargo del proyecto más importante del mandato del señor López al frente de la capital de la República.
Y no es que Slim sea malagradecido por la “generosidad” del señor López, ya que simplemente una cosa es hacer negocios y otras las convicciones políticas. Es más, puede usted tener la seguridad de que Carlos Slim nunca ha votado por el señor Andrés Manuel López Obrador. Y no porque no sea santo de su devoción, simplemente no tiene ni quiere tener algo que ver ideológicamente con la izquierda que representa el de Macuspana y que tanto daño ha causado a la Ciudad de México por la costumbre de aprovechar todos los recovecos para mantener ese populismo que tanto cuesta a los mexicanos.
Y tanto daño provocan los comentarios del señor López, que hasta el vocero presidencial tuvo que salir a dar la cara para asegurar que el presidente Enrique Peña Nieto no ha tenido comunicación con el señor Slim, a quien ahora oficiosamente le dio por defender la construcción del nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, no sea que vayamos a pensar que algo tiene que ver con el negocio. De cualquier forma, su oficio son los negocios, y éstos no tienen convicciones políticas y menos lealtades partidistas.
Mientras tanto, Eduardo Sánchez lamentó que por parte de López Obrador solamente exista oposición y nunca propuestas, por lo que calificó sus afirmaciones como noticias falsas, pero hay que decir que el propósito del señor López ha sido logrado, porque sigue marcando la agenda electoral, y la lleva hacia donde más le conviene. No sé si el tabasqueño sea un genio de la ciencia política, pero está demostrando que tiene mucha más intuición que sus adversarios.
Al paso que va, no le verán ni el polvo. Al tiempo.