Señalan los expertos que la consulta popular es un mecanismo de participación ciudadana, mediante el cual se convoca al pueblo para que decida acerca de alguna
decisión de vital importancia por parte del gobierno, o bien para la asignación de recursos a determinadas obras, o para decisiones de vital importancia, y puede ser de índole nacional o estatal, pero siempre se visualiza la participación de los ciudadanos como la parte central de la toma de decisiones.
Pero también hay que señalar que un ejercicio de esta índole tiene que ser reglamentado para otorgarle mayor credibilidad, y quizá vinculación del resultado con la estructura gubernamental para otorgarle un mayor viso de legalidad, y por supuesto, que también supervisado por las dependencias encargadas de la organización y vigilancia de las elecciones federales o locales. Para decirlo más claro, cuanto mayor sea la participación de los ciudadanos, mucho mejor.
Si bien la consulta pública o ciudadana es un ejercicio de la democracia, también hay que señalar que su realización debe tener una férrea supervisión porque es una decisión de la gente, y eso quiere decir que no puede ni debe ser manipulada. Por desgracia Andrés Manuel López Obrador tomó la decisión de cancelar el proyecto del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en Texcoco con base en una consulta ilegal, manipulada y alterada por los propios organizadores, lo que motivó críticas severas antes de iniciar su mandato.
Claro está que ha tratado de limar asperezas, pero lo ha hecho desde una posición de fuerza y dando a entender que quien tomará las decisiones de Estado en los meses subsecuentes será el, y nadie más que el. Así de simple el comportamiento del ahora Presidente Electo, y lo previsible es que al más puro estilo del priismo de antaño pase por encima de sus adversarios políticos. Aunque no lo quiera reconocer, esto le ha otorgado un halo de incertidumbre al mandato que comienza a partir del primero de diciembre.
Esta circunstancia ha sido preocupante para los integrantes de los organismos empresariales, al grado que que la Confederación Patronal Mexicana ha recibido con beneplácito el hecho de que Morena haya presentado una iniciativa para modificar la legislación sobre las consultas, señalando que se trata de una buena señal para la democracia, pero que no se debe caer en el abuso. Y tienen razón, porque la participación ciudadana es imprescindible para la toma de decisiones, pero con acciones legales que no respondan a un capricho político.
Hay que decirlo claro y firme, Andrés Manuel López Orador comenzó a tomar decisiones con el pie izquierdo por delante, y eso le ha generado una fuerte crítica por los sectores empresariales, que son quienes ponen el dinero para detonar los procesos productivos del país, pero sobre todo, quienes propician la generación de la riqueza exponiendo sus capitales. Mala señal de inicio fue la cancelación del Aeropuerto de Texcoco por un capricho personal, antes que por una razón de estado. Un Estadista no puede perder
la credibilidad, y mucho menos el dinero de los demás. Así de simple. Al tiempo.
This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.