Las sorpresas de la Cuarta Transformación

Sin punto y coma  
Sin lugar a dudas al paso que va la mal llamada Cuarta Transformación va a
terminar en un bodrio gubernamental peor que aquellos que encabezaron los tricolores y que le permitieron llegar al Gobierno Federal. Y no es que pretenda desde este espacio de opinión criticar el hastío de la mayor parte de los mexicanos por la forma en que apoyaron al Movimiento de Regeneración Nacional como una fuerza política que logró la hazaña de alcanzar la Presidencia de la República con Andrés Manuel López Obrador a la cabeza, pero creo que después de seis meses el país no tiene rumbo ni dirección.
Si bien es cierto que tanto panistas como tricolores se entronizaron en el poder para cometer innumerables irregularidades y brutales actos de corrupción, también lo es que el actual gobierno tiene y mantiene ejemplares que son merecedores de varias décadas en una cárcel de alta seguridad, como es el caso de los ahora Senadores Napoleón Gómez Urrutia, un ladrón de siete suelas, y la temible secuestradora Néstora Salgado, quien utilizó como base de operaciones el poblado de Olinalá, en la zona de La Montaña de Guerrero, para cometer sus fechorías.
Bien dicen que los pueblos tienen los gobiernos que merecen, y en nuestro caso, todos somos culpables de los excesos de los gobernantes pasados, pero también del que actualmente comete pifias un día sí, y otro también. Y no es que pretenda denostar simplemente por la carencia de empatía con el ahora partido en el poder, el problema es que hasta ahora los excesos cometidos tanto por Andrés Manuel López Obrador como sus principales allegados, han propiciado no tan solo un brutal quebranto económico, porque las pérdidas ascienden al menos a trescientos mil millones de pesos según los especialistas, sino los cientos de muertes provocadas por el desabasto de medicamentos en hospitales de todo el país.
 
Pese a la andanada gubernamental en contra de los medios de comunicación, hasta ahora siguen cumpliendo a cabalidad su papel frente a la sociedad, no así nuestros conspicuos gobernantes que cada día dan de que hablar porque inundan las redes sociales con denotaciones de todo tipo para quienes se atreven a criticarlos y se siguen asumiendo como únicos, incomparables, y merecedores de todas las loas y odas en su honor simplemente por militar en el Movimiento de Regeneración Nacional.
El nuevo escándalo surge en Veracruz, donde el titular de Educación Pública y quien responde al nombre de Zenyazen Escobar García, ha tenido una carrera meteórica en la política veracruzana, pues a sus 34 años es el titular de la Secretaría de Educación Pública. Las críticas también han sido duras porque no hace mucho tiempo ejercía la profesión de stripper, cualidad que también desarrollaron algunos miembros más de su familia. Claro está que eso no debe obstar para que ejerza a cabalidad su encargo de Secretario, pero la pregunta que se hacen los veracruzanos es:
¿tendrá la autoridad moral y la preparación profesional para hacerlo?
Claro está que las malas lenguas han comenzado a sacar conjeturas acerca de la estrecha relación entre el Secretario de Educación y el Gobernador, por los antecedentes personales de uno y otro, lo que no tendría nada de extraño, pero el caso es que lo privado se ha vuelto público, y más la vocación del Secretario para disponer alegremente de los recursos que tiene asignados la institución que maneja a su antojo y sin que alguien ose contradecirlo. Lo cierto es que Zenzayen y Cuitláhuac seguirán dando mucho de qué hablar.
 
Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.