Otra Vez la Burra al Trigo

Sin punto y coma 
Sin lugar a dudas el empecinamiento del Presidente de la República se
convertirá en un dolor de cabeza para todos los mexicanos. Y no es que pretenda hablar mal de quién por ahora encabeza los esfuerzos gubernamentales para garantizar la convivencia armónica de todos, los mexicanos, pero el problema es que todos los días tiene ocurrencias que cuestan mucho dinero y que en muchas de las ocasiones no se traducen en beneficios para los mexicanos, por el contrario, los costos serán muy altos a la larga.
 
 
López Obrador es un político muy peculiar, porque hace todo por parecerse a esa caterva de delincuentes que se han convertido en los dictadores del cono sur del Continente, y que pese a su delicada y probada condición de dictadores y asesinos, sigue presumiendo su amistad, lo que habla de un cinismo rampante por la protección que hasta ahora le siguen prodigando sus múltiples seguidores, sin tomar en cuenta el acelerado desgaste que está padeciendo en la aceptación de los mexicanos..
Por principio de cuentas habrá que dejar en claro que los mexicanos votamos para resolver nuestros problemas y no los problemas de otros países. Ya se han pronunciado diversos sectores sociales para establecer una organización ciudadana que conmine a todos los mexicanos a dejar de pagar impuestos ante la  decisión de destinar recursos para incentivar el desarrollo económico y social de países centroamericanos como es el caso de Honduras, Nicaragua y El Salvador.
Si esto formó parte del Pacto Secreto con Donald Trump, el Senado de la República tendría que haberlo ratificado, y hasta ahora ni sus integrantes, ni los diputados, conocen en qué consistió ese acuerdo que tanto Marcelo Ebrard Casaubón como Andrés Manuel López Obrador pretenden mantener fuera del conocimiento de los mexicanos. Es conveniente ratificar que cualquier tratado u acuerdo internacional tiene que pasar por la autorización del Senado de la República, y que sepamos hasta ahora ningún senador conoce el contenido del mismo.
Andrés Manuel López Obrador se convirtió desde hace tiempo en un político acostumbrado a Violar la ley escudándose en la cantaleta democrática, y lo previsible es que lo siga haciendo mientras tenga y mantenga la mayoría en el Senado de la República. El manejo clientelar de los recursos del Estado Mexicano para mantener la hegemonía del Movimiento de Regeneración Nacional le puede durar al menos hasta la mitad de su encargo, pero después no le resultará fácil maniobrar de la misma forma.
 
El efecto López Obrador ha tenido un tremendo desgaste en un corto tiempo. Su aceptación bajo dos puntos porcentuales en una sola semana, lo que quiere decir que a los mexicanos no les agrado eso de que su Presidente ande de ‘candil de la calle’ repartiendo dinero que debiera invertir en los mexicanos. Pero también hay que señalar que López es un tipo empecinado y seguirá culpando a sus adversarios políticos de todos los yerros que como gobierno tenga y mantenga. Pobre México, pobres mexicanos.
 
 
Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
 
Por: Vladimir Galeana Solórzano