Sin lugar a dudas el sistema político mexicano es único en el mundo. Y no hay que buscar mucho para encontrar esas particularidades que le otorgan dicha categoría,
porque las hay por todas partes ya que nuestros conspicuos representantes populares son de una inventiva a prueba de todo lo que usted se pueda imaginar, y principalmente, poseedores de un patriotismo de esos que no sintieron siquiera quienes en nuestro pasado histórico prefirieron morir antes que entregar el Lábaro Patrio a los invasores norteamericanos.
Quienes asumen su histórico papel de defensores de la patria, y autores de las más sesudas propuestas legislativas, han tomado decisiones que han meditado mucho tiempo y consultado a los especialistas para evitar que el patrimonio del que gozamos los mexicanos sea destruido, pero también hemos podido observar las sesudas disertaciones que realizan en la alta tribuna para engrandecer los anales discursivos de quienes por ese recinto han pasado, y que al final se convertirán en las mejores leyes que podamos haber imaginado.
No debe ser fácil para los líderes partidistas encontrar a tan conspicuos y singulares miembros que hablan y hacen por la Patria. Y quizá lo mejor de todo es que esa llamada Cuarta Transformación cuenta con lúcidos cerebros que todos los días muestran su vocación de estadistas al diseñar leyes acordar a los importantes momentos que vive el país, porque de ellos depende nuestro bienestar como sociedad y como nación, pero sobre todo, el bienestar de los hombres y mujeres del futuro, a quienes legaremos un cuerpo de leyes como nunca antes existiera.
La llamada Cuarta Transformación ha dado esplendor y brillo al país a través de los conspicuos miembros y miembras del Histórico Congreso que está destinado a reformar todo el entramado legal de este país, pues es conocida y reconocida la característica de sus honorables líderes por su sapiencia, sensibilidad y vocación de servicio, y la muestra la han dado al contratar un seguro que permitirá, si un incendio, terremoto, rayo, una erupción volcánica o fenómeno meteorológico, destruyeran la Cámara de Diputados, el Poder Legislativo recibiría de las aseguradoras tres mil trescientos cuarenta millones de pesos.
Los miembros de la Diputación licitaron el seguro de sus cuatro inmuebles, y en el contrato se asienta que también estarán protegidos por explosiones, huelgas, alborotos populares, conmoción civil, vandalismo, daños por actos de personas mal intencionadas, naves aéreas u objetos caídos por ellas, vehículos, humo, tisne, roturas, filtraciones accidentales de tuberías o sistemas de abastecimiento de agua o vapor. También contra caída de árboles, de antenas parabólicas y de radio de uso no comercial, entre otras. Además se aseguró el edificio de Donceles 40, y la Biblioteca de las calles de Tacuba.
Mire, a fuerza de ser sincero no faltará entre las ocurrencias propias de los mexicanos, o de los miembros del Partido Acción Nacional, quien comience a llevar veladoras al santo de su preferencia para que el sismo o conflagración se efectúe cuando el recinto este en una sesión del pleno, y quien tenga la palabra en ese momento sea Gerardo Fernández Noroña. Por aquello de las ofensas a la Diputada Tlaxcalteca Adriana Dávila. Al tiempo.
Por: Vladimir Galeana Solórzano
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