El mundo está viviendo una etapa inédita, con un enemigo
poderosos que está causando muchas muertes en casi todo el orbe. Pareciera que estamos viviendo una novela de ciencia ficción en la que la humanidad se ve amenazada y tiene que resguardarse para evitar que la propagación del mal se convierta en una terrible pesadilla que incremente exponencialmente él numero de muertos de los que hasta ahora se habla, lo que ha propiciado incluso que muchos gobiernos opten por no señalar el número de víctimas.
Todos pensamos que la terrible mortandad que se provocó en China se quedaría el el oriente y que no llegaría a preocuparnos como sociedad y como país. Quizá esa desestimación social y la esperanza de que todo ocurriera en el oriente es lo que nos tiene y mantiene emproblemados. Pero también hay que señalar la irresponsabilidad del Gobierno Federal a cargo de Andrés Manuel López Obrador, quienes mostraron su infinito desde por lo que se avecinaba y ahora todos pagamos las consecuencias.
Para decirlo claro y preciso, los mexicanos de todos los rincones fuimos testigos de la estupidez cometida desde la más altas esferas para tratar de minimizar lo que ahora se ha convertido en la amenaza más letal para el género humano, y habrá que decirlo con crudeza: las estupideces del Gobierno Federal se desencadenaron una tras otra porque desde el inicio pretendieron minimizar las consecuencias de esta pandemia que ahora mantiene azorado a todo el mundo.
Han tenido que ser los propios Gobernadores quienes suplieron las fallas de un gobierno extraviado, con un vocero de salud que cantaba para enseñarnos cómo lavarnos las manos, y nos aconsejaba que esperáramos a que hubiera cien niños infectados por el virus en las escuelas para detonar los programas de la dependencia encargada de de vigilar la salud de la población de todo el territorio patrio. Insisto, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador operó con una brutal insensibilidad y con una tibieza propia de la inexperiencia de muchos de sus principales funcionarios en salud pública.
Hasta ahora el saldo en este país ha sido nimio, insisto, y no por la eficiencia del gobierno del tabasqueño que no da una desde sus inicios, sino por la experiencia y la entrega de los hombres y mujeres que integran el servicio médico nacional, y porque tenemos una sociedad madura que estaba preparada desde antes que el gobierno hiciera presencia, porque se sumó a los consejos de los expertos internacionales. Mención aparte merecen los gobernadores, porque se prepararon y supieron suplir las deficiencias de un Presidente ausente con funcionarios que son expertos en “puntadas” y “consejos inútiles”’.
Hasta ahora la mayoría de gobernantes de los estados han mantenido el contacto permanente con su gente, y han sabido guiar con seriedad el comportamiento de nuestra sociedad ávida porque sus principales líderes les señalen lo que tienen que hacer. Quisiera hablar bien de Andrés Manuel López Obrador y de sus gobernadores morenos, porque eso significaría que está cumpliéndole a los mexicanos. Esta es una crisis mundial, y quienes se han comportado como verdaderos estadistas son los gobernadores, porque el Presidente de la Republica solamente es y será una mala caricatura. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.