Sin lugar a dudas los excesos verbales y conductuales del Presidente de la Republica no
responden al respeto que debiera tener para lo que representa y lo que detenta, que no es otra cosa que la Jefatura del Estado Mexicano. Debo señalar que nunca he negado la calidad de Jefe de Estado a Andrés Manuel López Obrador, pero he criticado severamente sus excesos y la forma en que se dirige a los demás como si él fuera el único virtuoso en todo el territorio de este país.
Si de algo puede preciarse el ahora Presidente de la Republica, es de haber dispuesto de enormes cantidades de dinero público para mantener una campaña política por más de veinte años con tal de alcanzar el poder, ese que ahora mantiene y que no ha sabido que hacer con él porque los resultados del primer año de su gobierno han sido desastrosos en los ámbitos económico, político y social. Para decirlo de otra manera, el fracaso es el principal acompañante del tabasqueño.
Y no se trata de desearle que le vaya mal, por el contrario, si le va bien a el, le va bien a todos los mexicanos, pero también debo decir que se ha empeñado en que le vaya mal porque tiene ideas que hasta ahora no han encontrado el éxito porque no existe manera de alcanzarlo simplemente con su empecinamiento voluntarista. Habrá que señalar que apartarse de la realidad es el principal problema del señor López Obrador, y no quiero decir con esto que este afectado de sus facultades mentales, pero hace todo porque así parezca, y desde luego que eso agrava más nuestra lamentable realidad.
Ahora tuvo un altercado con él Presidente Felipe Calderón, quien señaló, al igual que quien esto escribe, que un hermano del Chapo Guzmán estuvo en esa comida a la que se adhirió en Tamazula, y donde Saludó a la señora madre del narcotraficante sentenciado a cadena perpetua en Estados Unidos. Felipe Calderón lanzó un mensaje en redes preguntando quién era el personaje que estaba a tan solo unos metros del Presidente de la República. Yo mismo afirme en las redes sociales que era Aureliano Guzmán Loera, porque así me lo señalaron algunos miembros de los servicios de inteligencia del,país.
Y quiero dejar en claro que es condenable la actitud presidencial por haber estado en el mismo lugar donde estaba él narcotraficante y donde saludó a su madre. Y quien toma del brazo al Presidente de la Republica y camina con el es el abogado Del Chapo Guzmán José Luis González, y vaya que eso lo coloca en un espacio donde la comprenda con quienes representan al mayor grupo de narcotraficantes en el país pudiera poner en riesgo la honorabilidad del Presidente de la Republica.
Las amistades de Andrés Manuel López Obrador son poco recomendables. Evo Morales es considerado uno de los mayores narcotraficantes de coca en el Continente. Mando por él y le dio trato de Jefe de Estado. ¿Que ocurrió después? No lo sabemos, pero el señor Morales se fue bastante ofendido. No quiero imaginar que Evo haya sido quien acercó al señor López Obrador con la familia Guzmán Loera, porque entonces estaríamos comprobando que la Cuarta Transformación es hija de la mayor banda de natcotraficantes en el país. Al tiempo.
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