Nunca habíamos estado tan cerca del peligro de que la Nación Mexicana se convirtiera en un Estado
Fallido, y el único culpable de ello es Andrés Manuel López Obrador. La pretensión del tabasqueño de convertirse en un Dictador, y está a punto de hacerse realidad si en el Congreso se votan las leyes que enviará en menos de un mes para cambiar la dinámica de la relación con los estados, que hasta ahora mantienen la cualidad de ser libres y soberanos en su régimen interior como lo señala la Constitución Política, y componentes de un pacto para formar una República Federal, a la que hemos denominado Estados Unidos Mexicanos.
Antes de la llamada Guerra de Independencia, la Nueva España se regía por leyes impuestas desde España a través de la Constitución decretada por las cortes españolas reunidas en Cádiz, aunque solamente estuvo vigente dos años pues fue suplantada por regreso absolutista de Fernando VII al poder. Después vendría El Congreso de Anáhuac, también llamado Congreso de Chilpancingo, convocado en la entonces Provincia de Tecpan, el 13 de septiembre de 1813 por José María Teclo Morelos y Pavón, donde un día después daría a conocer los “Sentimientos de la Nación”. Posteriormente la Constitución de Apatzingán o “"Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana” promulgada el 22 de octubre de 1814.
La Constitución de 1824 fue un documento de carácter jurídico y político que tuvo como fin principal declarar el carácter independiente de México como país, y que fue creado y votado el 31 de enero de 1824, entrando en vigor el 4 de Octubre de ese año. Después fue suplantada en 1836 por las “Siete Leyes o Constitución del Régimen Centralista” promovido por Antonio Severino de Padua López de Santa Anna, lo que provocó la declaración de independencia de Texas, Tamaulipas y Yucatán.
Una de las particularidades es que solamente se otorgaba la ciudadanía a quienes supieran leer y tuvieran ingresos de cien pesos anuales al menos. Así, los trabajadores domésticos no tenían derecho al voto, pero desapareció la Republica Federal creando el “Supremo PoderConservador”. Sería hasta 1857 que se publicaría una nueva Carta Magna de orden liberal redactada durante la Presidencia de Ignacio Comonfort, y que constituía a la nación bajo la forma de Republica Democratica Representativa y Popular, y garantizaba los derechos del hombre, la Soberanía Nacional y dividía los poderes. Así mismo se implantó un sistema de garantías individuales y se estableció la libertad de imprenta y de enseñanza.
Hoy esa la libertad de imprenta no es otra cosa que la libertad de expresión, esa que ha sido violentada y mancillada por Andrés Manuel López Obrador y su vocero, Jesús Ramírez, quien determina cuales son los periodistas que tienen que dejar de escribir o de hacer su trabajo en los medios de comunicación tradicionales que son el periódico, la radio y la televisión. Pero como alguna vez dijera el propio Andrés Manuel López Obrador, ahí están las benditas redes sociales, herramienta que hasta ahora se ha convertido en el mejor conducto para que los mexicanos entiendan que pese a la sombra del autoritarismo, la libertad de expresión sigue vigente.
Los tiempos que vivimos son muy difíciles, y la tentación autoritaria de Andrés Manuel López Obrador al pretender romper el Pacto Federal está latente. Los gobernadores han recibido el mensaje, o se supeditan a los dictados presidenciales, o no habrá dinero de por medio por parte de la Federación. El Peligro de rompimiento está a la vista, la voz de varios gobernadores se han manifestado frente a los excesos dictatoriales del Presidente de la Republica. La Nación Mexicana está en riesgo, y solamente la puede salvar la voz de todos los mexicanos. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.