Sigue tan campante como si gobernar fuera cualquier cosa. Todos los días habla y nos pinta
un escenario multicolor en el que la gente esta feliz, feliz, feliz, por los aciertos de la llamada Cuarta Transformación.
En la narrativa oficial: los problemas no existen. Por lo pronto, uno de los mayores flagelos ha desaparecido del escenario nacional: el narcotráfico. Ya no existe para el gobierno, y menos para una Fiscalía General de la Republica que hasta ahora solamente está sirviendo de adorno, parafraseando al impoluto prócer.
Para decirlo mejor, ya no existe el Cártel de Sinaloa, tampoco el De Jalisco Nueva Generación, vaya, ni siquiera el de "La Lagunilla” que tantos dolores de cabeza han provocado en la Ciudad que debiera proteger la ausente Claudia Sheimbaun. Como dicen por ahí, “gozan de cabal salud y tienen China Libre” como también se afirma en el argot popular. Mientras tanto, los honorables miembros y “miembras” de la estructura política siguen diciéndonos que estamos mejor que nunca, pese a que los homicidios se han ido a la alza, el robo a casa habitación incrementó, y ahora es uno de los rubros más denunciados.
Las cosas nos las plantean de forma excelsa, pero en el exterior nos observan con preocupación y temen que la continuación del derrumbe de nuestra economía afecte no tan solo a los mexicanos, sino a los procesos de la economía mundial. Por desgracia, y es latente el problema, pudiera incrementarse el desastre en la mayor parte del Continente Americano, donde han florecido a la vez que fracasado los gobiernos populistas de izquierda que mantienen el poder a base de engaños y por la fuerza de las armas.
Para eso ha servido la mal llamada Guardia Nacional, para suplir y relegar a los patriotas integrantes del Ejército Mexicano y La Marina Armada de México, con elementos que responden más a un proyecto personal que a uno de nación o de país. Hay que decirlo descarnadamente, la Guardia Nacional responde solamente a lo que señale Andrés Manuel López Obrador, mientras Ejército y Marina han servido con patriotismo, que no interés, a la defensa de la nación todas las veces que se les ha requerido.
El diario británico Financial Times señaló que “Andrés Manuel López Obrador reaccionó tarde ante la pandemia con respuestas torpes y un comportamiento errático”, a la vez que advirtió sobre una repetición de la catástrofe humanitaria que se vive en Venezuela. El prestigiado diario no matiza cuando habla de “"El despliegue de una tragedia presidencial”, al exhibir nuevas debilidades del señor López Obrador y dice que México formará parte de los países más afectados por la crisis que viene, “dada su dependencia a la manufactura de Estados Unidos, el turismo, las remesas y el petróleo”.
Lo criminal del Presidente de la Republica, y hay que decirlo con todas sus letras, es que en lugar de condonar impuestos y apoyar a los empresarios, se dio a la tarea de aumentar la presunta austeridad gubernamental, pero también la aceleración de sus costosos caprichos, como incrementar la producción del devaluado crudo, y seguir con el empecinamiento de construir una refinería de ocho mil millones de dólares cuando la demanda es casi inexistente. Ahora somos burla y mofa internacional. México es un desastre, y al paso que vamos se convertirá en tragedia. Al tiempo.
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