Hay cosas en que los mexicanos tenemos que reflexionar acerca de lo que está ocurriendo en el país desde la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la
Republica. Y no es que trate de denostar el liderazgo que ha venido ejerciendo en amplios sectores de la población, pero debo señalar responsablemente que de una u otra forma los utilizó como estandarte para alcanzar su más preciado anhelo: el poder. Poco a poco los mexicanos se han venido dando cuenta del error que cometieron, pero como dicen por ahí, “palo dado ni Dios lo quita”.
Hasta ahora lo único que ha mostrado es un exacerbado y rampante populismo, y para quienes no entienden el término rampante, diré que no es otra cosa más que una persona que es muy ambiciosa y trepa sin escrúpulos en la escala social. Aquella frase bien construida que le catapultó a la popularidad “"Por el Bien de Todos Primero los Pobres”, se convirtió en la esperanza de millones de mexicanos que hoy están comprobando que fueron utilizados de la manera más vil para adueñase sin pudores de un país que no termina de salir de su estupefacción porque empobrece más de una forma inexplicable.
Lo peor de todo es que la Organización Mundial de la Salud ha pedido al Gobierno de México dar mensajes coherentes a la sociedad sobre la situación que guarda la pandemia en el país. El Director Ejecutivo para Emergencias Sanitarias, Mike Ryan, declaró que la pandemia ha cobrado actividad relevante en México y por ello los gobernantes no deben de emitir mensajes incoherentes, ya que han estado confundiendo a los ciudadanos que observan que cuando el Subsecretario de Salud, Hugo López Gatell pide que la población se quede en casa, el Presidente López Obrador aconseja a la población a vencer el miedo y salir a la calle.
Por otra parte, hay que señalar que ha sido el liberalismo, un sistema económico basado el capitalismo, el que ha sacado de la pobreza a cerca de mil millones de personas en los últimos veinticinco años, mientras el comunismo ha matado a más de ciento cincuenta millones de personas, lo que ha sido ignorado por quienes integran la mal llamada Cuarta Transformación. Por otra parte, ahora tenemos y mantenemos a un Presidente de la Republica que tiro por la borda una reforma educativa que permitiría sacar de la pobreza a millones de mexicanos, porque insisto, la única forma de terminar con la pobreza es el conocimiento,
Lo peor de todo es que en la página oficial del Banco Mundial nos demuestran que son ya 5 créditos los que ha solicitado el gobierno de México en estos primeros 18 meses de administración de Andrés Manuel López Obrador, y suman un total de 2 mil 130 millones de dólares en 5 líneas de crédito, cuando en toda la administración de Enrique Peña Nieto, sumaron la cantidad de 2 mil 331 millones de dólares en 12 líneas de crédito. Para decirlo de otra forma, el presunto “salvador de la patria”, así con minúsculas como su talento, ha endeudado al país en la misma proporción que el anterior en tan solo año y medio. Lo que nos depara el futuro será el desastre.
La desgracia mayor para los mexicanos de esta generación es que tenemos un presidente que va en contra de la educación, porque de lo que se trata es de tener un mantener un pueblo de ignorantes que sigan al pie de la letra las instrucciones del dictador, y entre menos capacidad de análisis y pensamiento tengan, mejor. Por eso su proyecto de escuelas donde van los que quieren, porque de lo que se trata es de que nadie repruebe. Un pueblo sin educación siempre estará condenado a la manipulación, y eso eso es lo que pretende Andrés Manuel López Obrador, y solamente le quedan cuatro años para instaurar completamente su proyecto de dictadura tropical. Al tiempo.
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