Cuando algo no le gusta, monta en cólera y exige que las cosas se hagan como el dispone. Y hay de aquel que se oponga a sus designios o cometa la osadía de no seguir sus instrucciones porque
será blanco de dicterios, acusaciones, y de traicionar al obscuro régimen que ha implantado Andres Manuel López Obrador donde su única voluntad es la que vale, y la desobediencia se castiga con la defenestración pública. Si bien es cierto que los regímenes emanados de la Revolución mexicana adolecían de esa honradez que ahora se pregona, también lo es que la Corrupcion actual es tanto igual o peor, y aunque siempre se acuda a la honestidad, la realidad supera a la ficción.
El mejor ejemplo de ello es el debate público que se suscitó con motivo de la cancelación del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, y la separación del Auditor Especial de Desempeño de su encargo, Agustin Caso, mientras se investiga su presunta responsabilidad en la información que emitió la Auditoría Superior de la Federacion sobre la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, sin siquiera investigar u otorgar el beneficio de la duda. Para decirlo de otra forma, cuando se encoleriza el Presidente de la República porque las cosas no se hacen como el quiere, la defenestración está a la vuelta de la esquina.
De ahí que Movimiento Ciudadano haya solicitado que Agustin Caso asista a la siguiente reunión para analizar el informe de la Cuenta Pública, y aunque se encuentra inhabilitado temporalmente se exigió que se presente a informar acerca de los elementos metodológicos a partir de los cuales la Auditoría Superior de la Federacion calculó el costo de la Cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, lo que le permitiría la garantía del derecho de audiencia.
Presuntamente Agustin Caso fue el responsable de la auditoría que determinó que la cancelación del Nuevo Aeropuerto tuvo un costo doscientos treinta y dos por ciento superior al estimado por el Gobierno Federal, lo que provocó que el Presidente de la República montara en cólera, lo que no es algo nuevo, y acusara a la Auditoría Superior de la Federación en su mañanera, como siempre lo hace, sin pruebas ni fundamentos, buscando no otorgar elementos a sus adversarios para atacarlo. Como siempre, el pobre Presidente de la República es quien tiene que pagar los platos rotos.
Lo que no tiene el Primer Mandatario de este país es vergüenza, porque es quien determinó la Cancelación del Nuevo Aeropuerto sin tener mayores bases que su mendiga voluntad, y quienes lo pagaremos seremos los mexicanos de todas las latitudes del país. Los daños que ha provocado la mendicidad que lo caracteriza y la imposición de su voluntad, son incalculables, y por más que siempre acuse a los demás de sus dislates, la historia lo registrar como uno de los peores mandatarios que ha tenido este país.
Muchos han comparado al señor Lopez Obrador con Antonio Severino de Paula López de Santa Anna, porque ambos son igual de ladrones, pero en lo personal considero que el actual Mandatario es tanto o peor que el mayor saqueador de los recursos públicos del siglo antepasado. Los mexicanos estamos azorados ante la desfachatez y la mendicidad de quien rige los destinos del país, pero también hay que señalar que tendremos infinidad elementos para juzgarlo cuando deje el poder. La justicia siempre llega tarde o temprano, y por mucho que siga acusando al pasado de sus desatinos, habrá elementos para enviarlo al ostracismos de la historia, si no es que a la cárcel. Así de simple. Al tiempo. Vladimir.Galeana @gmail.com
Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en el periodismo.