Vengador Macuspano

Sin lugar a dudas el señor Emilio Lozoya Austin estará encantado de cantar hasta ““la Cucaracha”, esa pieza que se hizo muy famosa entre los grupos de revolucionarios que no sabían cuál era verdaderamente la causa de andarse agarrando a balazos por todos lados, con todos los que se encontraban

enfrente, y a quienes ni siquiera conocían también, pero a los que se profesaba un odio brutal que desencadenó muchos asesinatos sin sentido alguno de gente que nunca supo porque se desató la violencia, y porque comenzó a manifestarse el odio contra los demás, aunque también habrá que decir que esos demás tampoco supieron qué pasó.

El mote de ““La Cucaracha” era dirigido a Victoriano Huerta, porque solía consumir grandes cantidades de Coñac, con lo cual el modito de andar se le entorpecía y parecía que no podía caminar. Lo peor de todo es que también cuando estaba sobrio caminaba de la misma forma ya que tenía una pierna más larga que otra, además de cataratas en los ojos, lo que le impedía moverse ágilmente. Aunque también muchos autores señalan que la tonadilla fue compuesta durante la intervención francesa en Mexico.

No me gustan las comparaciones entre personajes de la historia, porque todos tuvieron diferente circunstancia, aunque muchos de ellos provocaron tal cantidad de desgracias que son recordados no con tristeza, sino con un profundo odio que ha pasado de generaciones en generaciones. Antonio Severino de Padua López De Santa Anna es otro personaje odiado por los historiadores y por los lectores de los historiadores por haber vendido la mitad del territorio patrio, y pese a que ha pasado el tiempo, los rencores se encuentran en la misma forma de educación que hemos mantenido y que se renuevan en cada generación.

Por lo pronto ya han comenzado a escucharse algunas coplas referentes al trato entre Andres Manuel López Obrador y Emilio Lozoya entablaron para que el primero cantara todos lo que sabía de los negocios en el sexenio de Enrique Peña Nieto, quien hasta ahora ni siquiera una despeinada del tradicional copete que ha utilizado en los últimos años ha logrado hacerle mella. Emilio Lozoya ha cantado lo que le ha ordenado Lopez Obrador, y hasta ahora no se avizora siquiera que exista una denuncia para incriminar al mexiquense, con lo que podemos tener la seguridad de que Enrique Peña Nieto cuenta con evidencias que dejarían quieto al tabasqueño en cuanto osara atentar contra el exmandatario.

Vaya con el papelón que ha venido desempeñando el señor Presidente de la República, Don Andres Manuel López Obrador, intentando escarbar en ese pasado en que que se cuentan con muchas referencias suyas, es decir, que los anteriores gobernantes supieron guardar evidencias de los asaltos que a muchos gobernantes hacia el tabasqueño con la cantaleta de armarle un bochinche y colocar sus acostumbrados plantones. Hasta ahora se dice qué hay varios videos encriptados en uno de los Centros de Inteligencia del país, donde se observa a diversos personajes recibiendo grandes cantidades de dinero como lo hacían sus hermanos. La causa era la causa, y había que hacer causa. Así de simple las descripciones de los hechos.

La mesa de las negociaciones siempre ha estado ahí, pero como ahora uno de los protagonistas tiene la sartén por el mango, porque detenta el poder, del otro lado cuentan con evidencias que muchos tienen y han guardado, y también interés en dar a conocer para terminar de una vez por todas con las patrañas que se han inventado con el manto de la honestidad y la pulcritud en la conducta, así como la mentira acerca de esa honestidad que tanto asume y que en cualquier momento pudiera ser cuestionada. Hasta ahí lo que me platicaron y lo que entendí. Así de simple. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.

 

Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.