Alguna vez Albert Einstein dijo que ““dos cosas son infinitas: la estupidez humana y el universo; y no estoy seguro de lo segundo.
Y el sabio tenía mucho de razón al decirlo porque confirma esa parte de la estupidez que ahora se ha puesto de moda en los gobiernos encabezados por la mal llamada Cuarta Transformación, que hasta ahora nada ha transformado y, por el contrario, sus principales miembros, encabezado por el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador se han dedicado a destruir los cimientos democráticos que durante tanto tiempo hemos construido los mexicanos de todas las latitudes.
El propio Albert Einstein decía que la estupidez humana carecía de límites y el día a día nos regala escenas cotidianas que nos hacen dudar de nuestro propio sentido común. La estupidez, en líneas generales, es cualquier comportamiento que se desvía de las expectativas que uno tiene, por lo que puede variar la percepción de algo como una estupidez. Bien, decía Einstein que el día a día nos regala escenas cotidianas que nos hacen dudar de nuestro propio sentido común. Y es por esto, por lo que, seguro, nos sentimos identificados con más de una de las escenas que se representan en gente en los espectáculos teatrales.
“Bien dicen que existen dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana”, frase también atribuida al célebre físico Alemán naturalizado norteamericano, pero también señaló que “temo el día en el cual la tecnología sobrepase nuestra interacción humana. El mundo tendrá una generación de Idiotas”. Pero también señaló alguna vez que Todos somos ignorantes, lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas”. Otro de sus señalamientos fue: “la mente es como un paracaídas, solo funciona si la tenemos abierta”.
Y siguiendo con sus afamadas frases, “todos somos muy ignorantes. Lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas”. “La imaginación es más importante que el conocimiento” fue otra de ellas, y ni que decir de esta:“ el mayor misterio del mundo es que resulta comprensible”. “Locura es hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener diferentes resultados”. Sin lugar a dudas, el célebre sabio Albert Einstein es uno de los seres humanos que ha tenido un sentido común diferente al de los demás, pero también hay que señalar que muchos gobernantes debieran estudiar a Einstein.
Pero si existe un gobernante cargado de una gran estupidez es el Gobernador de Veracruz, Cuitlahuac García, quien se ha afanado en mostrar y demostrar a los veracruzanos que no tiene ni siquiera diez gramos de inteligencia por las estupideces que suelta un día si y otro también. Para decirlo más claro, si la pendejez del gobernante veracruzano fuera tiña, ya estarían todos los habitantes de ese maravilloso estado en estado de indefensión, como hasta ahora ha mostrado la capacidad mental de Cuitlahuac García.
Si a cualquier erudito se le ocurriera realizar un análisis o un estudio acerca de la estupidez, el mejor camino para realizarlo en el corto plazo sería ponerse a platicar con Cuitlahuac García. Sin lugar a dudas, el más pendejo de todos los que existen en el país es el gobernador de Veracruz. Bien dicen por ahí que los pueblos tiene a los gobiernos que merecen, porque son ellos los que escogen a sus gobernantes, y por desgracia los veracruzanos escogieron al más pendejo de todos los pendejos y lo hicieron gobernador. Al tiempo.
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Lic. En Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por el Instituto Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.