Habrá que señalar que el artículo 89 Constitucional establece los principios bajo los cuales el Jefe del Estado,
Andres Manuel López Obrador, debe conducir las relaciones internacionales: dirigir la política exterior y celebrar tratados internacionales, así como terminar, denunciar, suspender, modificar, enmendar, retirar reservas, y formular declaraciones interpretativas sobre los mismos, sometiéndolos a la aprobación del Senado. Hoy México está entrando en una vorágine de declaraciones que ha encabezado Andres Manuel López Obrador simplemente porque el depuesto mandatario peruano, ha sido encarcelado. No sé qué diablos tiene que andar de candil de la calle el idiota presidente de los mexicanos.
Pero también habrá que señalar que, en la conducción de la política exterior, según lo mandata la Constitución, el titular del Poder Ejecutivo observará los siguientes principios normativos: la autodeterminación de los pueblos, la no intervención, la solución pacífica de las controversias, la proscripción de la amenaza o el uso de las fuerzas en las relaciones internacionales. La igualdad jurídica de los Estados; la cooperación internacional para el desarrollo; el respeto, la protección y promoción de los derechos humanos y la lucha por La Paz y la seguridad internacional.
Pero todo ese listado del párrafo anterior ha sido violado y violentado por Andrés Manuel López Obrador, quien se asume como amigo del depuesto mandatario Peruano Pedro Castillo, sin que los mexicanos sepamos de donde le salió el cariño por el depuesto sátrapa, pero principalmente porque se entromete violando la Doctrina Estrada que habla de la solución pacífica de las controversias y la autodeterminación de los pueblos, y en este caso el pueblo peruano decidió encarcelar a su mandatario.
Pero ya sabemos que Andres Manuel Lopez Obrador está hecho de populismo puro, y podrá seguir haciendo sus gestiones para salvar el pellejo de su amigo, pero la justicia peruana indica que el señor Castillo tendrá que purgar una larga condena de cárcel por los delitos que cometió al frente del Poder Ejecutivo en su país. Caso contrario en este país donde el Presidente de la Republica ha hecho lo que le ha venido en gana y hasta ahora nadie ha intentado incriminarlo por los excesos que ha cometido al frente del poder. Sin lugar dudas, Andres Manuel López Obrador debiera estar encarcelado y vigilado por al menos una docena de especialistas de la psicología.
Y no quiero decir con esto que el Mandatario Mexicano esté mal de sus facultades mentales, pero hace todo lo posible para que los más de ciento veinte millones de mexicanos que habitamos en este país así lo piensen. Y aunque mucho se ha escrito y dicho acerca del estado de sus facultades mentales, hasta ahora no existe prueba alguna que pudiera señalar con certeza que tiene algún padecimiento que pudiera inhabilitarlo para seguir detentando la Presidencia de la República.
En lo personal tengo la certeza de que Andres Manuel López Obrador está en la cabalidad de su estado mental, aunque el haga de todo con tal de que pensemos lo contrario. Al menos por ahora no existen pruebas contundentes de que tenga algún tipo de desequilibrio, aunque la realidad que el plantea todos los días diga lo contrario. Pero también creo que bien valdría la pena que algunos especialistas realicen una serie de valoraciones para determinar científicamente que es lo que ocurre con un sujeto que todos los días miente por necesidad. Hasta ahora el conteo de sus mentiras rebasa las ochenta mil, y eso tendría que preocupar a la mayor parte de los mexicanos. Al tiempo.
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Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.