Mucho se ha sido dicho y escrito y acerca de la conducta de la “Presunta” ministra de la Corte,
la Señora Jazmín Esquivel Mossa, quien es ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y a quien el Presidente de la Republica pretende llevar a la Presidencia del máximo cuerpo colegiado de justicia en el país para seguir destruyendo el entramado judicial actual para suplirlo por otro que pueda manejar con mayor holgura en el año y medio que le queda al frente del país. Para decirlo más claro, todavía sigue pensando en la reelección.
Andres Manuel Lopez Obrador es un hombre de poder, y lo ha mostrado y demostrado porque nunca ha permitido que sus principales colaboradores tomen decisiones sin consultarle, y aquellos que lo han hecho han sido defenestrados y separados de las estructuras administrativas del país. Para decirlo más claro, aquellos que siempre lo señalaron como un posible dictador estaban en lo correcto, porque ahora está haciendo de todo con tal de que se acomoden las circunstancias para alargar su mandato.
Mucho se habla de las distintas enfermedades que padece, principalmente sus problemas de corazón, pero pareciera que el poder le otorga fuerzas suficientes para seguir destruyendo lo que tantos años nos costó a los mexicanos construir, y desaparecer las instituciones que nos dieron la oportunidad de tomar decisiones de manera independiente para evitar la centralización del poder por el poder, y que los procesos electorales dejaran de estar supeditados al ejercicio de ese mismo poder público.
Conozco desde hace muchos años a la ministra Yazmin Esquivel, y siempre tuvo un trato diferencial y amable conmigo cuando militaba en las filas del Partido Revolucionario Institucional, pero las circunstancias de ese pasado que muchos esconden, seguramente le hicieron mella en su carrera profesional en el Poder Judicial. El litigio público que se ha desarrollado preponderantemente en los medios de comunicación acerca de su presunto plagio de una tesis profesional la mantiene por el momento en la vorágine de los medios de comunicación.
En lo personal sigo teniendo una excelente impresión de su persona, aunque tengo varios años de no verla, pero como muchas veces ocurre, un posible extravío en su carrera la tiene al borde de la defenestración pública por el presunto plagio de una tesis profesional para recibir el título de Licenciada en Derecho. Pero también hay que señalar que en el mundo de las tesis profesionales no existe más regla que el tema y la redacción del mismo, de acuerdo con la tradición en las escuelas profesionales. Lo que ha ocurrido en las últimas semanas forma parte también de los excesos cometidos por el Presidente de la Republica cuando de imponer su voluntad se trata.
Y en esta ocasión ha llevado las cosas más allá de lo normal porque su empecinamiento ha desatado un linchamiento mediático que mucho afectará a la ministra Jazmín Esquivel Mossa, mientras él lo único que busca es imponer sus razones personales antes que pensar que el Presidente de la Republica es el Jefe del Estado Mexicano, y que ese mismo Estado no puede ser colocado en riesgo por sus caprichos personales. ““El Estado soy Yo” es una frase atribuida a Luis XIV, pretendiendo que se le identificara como la encarnación del Estado mismo. ¿Eso quiere Andres Manuel López Obrador? En su infinita megalomanía me parece que si. Al tiempo.
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Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación.