Finalmente se puso a salvo la independencia del Poder Judicial en este país, que estuvo durante muchos meses siendo agredido
por el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quien necesitaba al frente de la Corte a un elemento que se convirtiera en un simple testaferro para satisfacer sus aberrantes ambiciones de ampliar su hegemonía en las esferas de operación del Estado Mexicano. Muchos fueron los intentos de controlar a la Suprema Corte de Justicia, pero finalmente se fortaleció la división de poderes.
Por primera vez una mujer fue elegida Presidente de la Suprema Corte de Justicia del país. Norma Lucía Piña Hernández será también Presidenta del Consejo de la Judicatura al suceder a Arturo Saldivar, y permanecerá en el encargo hasta el 31 de diciembre del 2026, con lo que los apetitos de Andres Manuel López Obrador de controlar la justicia del país se esfumaron porque prevaleció la razón y la cordura entre los integrantes del Máximo Tribunal del país que estuvo en riesgo de estar supeditado a las decisiones del Presidente de la República.
Sin lugar a dudas aquel que tanto pregonaba que sería el mejor Presidente de la historia del país, puso en riesgo la estabilidad de los tres Poderes de la Unión, que hasta ahora se ha venido equilibrando después de esa intentona de división que López Obrador buscara para controlar y mantener una tiranía como los gobiernos populistas que se han obcecado en convertirse en tiranos después de pregonar, al igual que el señor López Obrador que eran demócratas y que defenderían la democracia al precio que fuera.
Recuerdo nítidamente aquellas expresiones de Nicolás Maduro en el sentido de que al igual que Hugo Chávez, se auto nombraban “demócratas” cuando sus aspiraciones eran detentar el poder por el poder mismo. Mexico ha estado en peligro durante todo el sexenio encabezado por Andrés Manuel López Obrador, pero no podemos cantar victoria porque si de algo podemos tener seguridad es de que seguirá insistiendo en la implantación de un régimen comunistoide de tintes populistas pretendiendo controlar a los otros poderes del Estado Mexicano.
Luego de ganar la votación por seis votos contra cinco que detentaba el segundo lugar, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, la Ministra Norma Piña se convirtió en la primera mujer en la historia en presidir la Suprema Corte de Justicia de la Nación, así como el Consejo de la Judicatura Federal, y esta circunstancia coloca a la Corte como la garante del estado de derecho, ese que el Presidente de la Republica se ha pasado por el “arco del triunfo” y al que de ahora en adelante tendrá que respetar como uno de los tres Poderes de la Unión que de forma autónoma, al igual que el Poder Legislativo, otorgarán la garantía de la viabilidad política de este país.
La llegada de Norma Piña es la señal de que hasta ahora la viabilidad del Estado Mexicano seguirá siendo una realidad, pero podemos tener la seguridad de que la intentona populista de Andrés Manuel López Obrador de alzarse con el control de los tres Poderes de la Union, seguirá latente, aunque con menos posibilidades de triunfo. Es más, los mismos Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación han salido ganando, porque de ahora en adelante las presiones del Poder Ejecutivo serán menos. Así de simple. Al tiempo.
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Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación.