Sin lugar a dudas Marcelo Ebrard es uno de los hombres más contextualizado en materia de experiencia en cuanto al
quehacer político. Su carrera ha sido exitosa, desde que Manuel Camacho Solís le otorgó la oportunidad de ser director general en el Gobierno del Distrito Federal, y después comenzó su ascenso porque ha sido un ente muy cerebral, así como leal a quienes ha tenido la fortuna de trabajar con ellos. Sin lugar a duda fue un excelente secretario de Relaciones Exteriores, y lo hizo muy bien, tanto que le tocó en muchas ocasiones deshacer los entuertos del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador. Es del dominio público que el señor Andrés Manuel López Obrador tiene filias por los gobiernos totalitarios, y en algunas ocasiones sus desplantes discursivos le han generado reclamos de otras naciones.
En lo personal creo que esos desplantes de los que hablo generaron muchos problemas de animadversión con las naciones del Continente, y mucho más con los Estados Unidos de Norteamérica, cuyo gobierno hasta ahora sigue con puntual esmero lo que ocurre en el Continente Americano y el desarrollo de las relaciones bilaterales con los países del hemisferio.
El problema de este país sin lugar a dudas es que el presidente de la Republica está más cerca de los gobiernos populistas del hemisferio que de nuestro mayor socio comercial, pero ahora dio una muestra más perversa desde el momento en que el desfile Patrio se vio engalanado por un contingente de la Guardia Rusa, lo que habla de que hasta ahora las relaciones con Estados Unidos no están lo bien que se quisiera.
En lo personal creo que el señor presidente se equivocó, al dar muestras a nuestro mayor socio comercial de que prefirió invitar a países que son contrarios a los vecinos del norte, lo que seguramente provocará un enfriamiento de las relaciones comerciales con Estados Unidos, quienes hasta ahora siguen respetando la letra del Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá.
Habrá que esperar las reacciones de nuestro vecino del norte, pero sobre todo lo que ocurra con el Tratado de Libre Comercio que se mantiene con Canadá y Estados Unidos. Pero la mejor muestra de su aspiración de convertirse en tirano ha sido más recibida por los mexicanos de todas las latitudes. Andrés Manuel López Obrador López Obrador se ha quitado la careta de demócrata y muestra el rostro de su simpatía con las tiranías. Así de simple. Al tiempo.
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Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septién. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación.