Pareciera que el crimen está más organizado de lo que se pensaba. Mientras nuestros impolutos funcionarios públicos dilucidaban discursivamente durante muchos años que la Ciudad de México gozaba de una tranquilidad
única pese a que la mayor parte del país padecía los agobios de la violencia, de la muerte y de la febril actividad de la criminalidad, los respetables miembros de las bandas delictivas de la capital del país hacían su trabajo sin que nadie se diera cuenta. Vaya que si nos hemos sorprendido quienes aquí vivimos porque resulta que siempre han estado por ahí, que han realizado lo que saben hacer, sin que nos diéramos cuenta.
Por lo que corresponde al mundo de las drogas, han tenido que ser mis compañeros de profesión, los periodistas, quienes descubrieron todo el entramado de lo que se hace en Tepito, el mayor almacén de drogas del país que no tan sólo guarda, sino que distribuye la que se consume en toda la Ciudad de México, los 58 municipios conurbados, y en la parte central del país. Dicho sea en otras palabras, Tepito es la guarida de los mayores narcotraficantes del país, aunque los grandes capos no creo que hayan visitado alguna vez el populoso y bravo barrio. Pero eso es algo que las autoridades nunca descubrieron pese a que en cada enfrentamiento con los presuntos comerciantes ambulantes salían a relucir todo tipo de armas y una organización delictiva más que evidente.
Las investigaciones del caso Haeven han mostrado la cruel realidad que se vive en pleno centro de la Ciudad de México. Después de que se descubrió que uno de tres cuerpos calcinados que se encontraron perteneció a Dax Rodríguez Ledezma, uno de los propietarios del Bar Heaven, se dieron a conocer las ramificaciones de la venta de droga en los corredores turísticos del Distrito Federal. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.