Si de algo podemos estar seguros los mexicanos es que nuestra planta docente es una de las peores del mundo, y no responde a los requerimientos de un país que aspira a tener hombres y mujeres preparados para enfrentar los retos que impone la globalidad. Hace mucho tiempo que los procesos de renovación en los métodos de enseñanza debieron haberse actualizado, pero siempre se postergaron para evitar la respuesta de los sectores más reaccionarios del magisterio, y sobre todo, en aquellas secciones que controla el Partido de la Revolución Democrática aglutinadas en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación.
Para desgracia nuestra, son las corrientes más radicales, esas que pretenden enquistarse en las estructuras gubernativas para evitar que los mexicanos despierten y sigan sometidos a sus designios.
Me parece que negarse a la evaluación y pretender mantener un sentido patrimonialista de las plazas magisteriales habla de que antes que privilegiar el interés de los mexicanos, lo que pretenden es privilegiar los intereses de esa pandilla de facinerosos que presuntamente lideran a esas hordas que solamente han demostrado una brutal vocación delincuencial. Pretender someter a un país de ciento quince millones de habitantes habla de una mendicidad propia de quienes observan la vida como la forma de hacer lo que sea con tal de cumplir sus objetivos, aunque éstos estén alejados de la solidaridad y de la decencia. Poco les importan los demás, para ellos solamente existen ellos, después ellos y al final ellos.
Una de las secciones más desestabilizadoras es la XXII de Oaxaca, esa que ha dado nacimiento al Partido Revolucionario Obrero Clandestino Unión del Pueblo, y que últimamente forma parte del Ejército Popular Revolucionario, además que cuenta con todo el apoyo del Gobernador Gabino Cué Monteagudo, a quien han sometido en grado tal, que ahora solamente es un títere que se desvive por satisfacer sus demandas. En la mayor parte de las veces es la petición cínica y descarada de dinero, el que ponemos todos los mexicanos y del cual no rinden siquiera cuentas. Para que usted observe el cinismo de estos delincuentes, entre sus principales demandas está la liberación incondicional de los responsables del secuestro de los sobrinos del empresario Gerardo Guriérrez Candiani.
Con este tipo de funcionarios públicos México no llegará a ningún lado, y si pretenden que nos convirtamos en un nuevo Corea del Norte, muchos nos seguiremos oponiendo y haciendo llamados a la aplicación estricta de la ley. Hasta ahora el Gobierno Federal ha incumplido con su promesa de sancionar a quienes no trabajen, además de poner de patitas en la calle a quienes se abstengan de trabajar por más de tres días seguidos. Ante lo timorato de la respuesta gubernamental, ahora las secciones 7 y 40 del estado de Chiapas exigen al Gobierno Federal la cantidad de 500 millones de pesos para destrabar el conflicto en la entidad. Vaya con el cinismo y la intentona de asalto a las arcas públicas, pero es producto de la misma tibieza de nuestras autoridades. Lo que muchos seguimos esperando es que se cumpla la promesa de aplicación de la ley. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.