Sin lugar a dudas los encumbrados políticos de este país siempre están al tanto de la forma en que sus antecesores han fabricado nuevos ricos para que la clase pudiente no decaiga y sea el contrapeso de la pobreza. Las “comaladas de ricos sexenales” han sido una lamentable realidad, y antes que buscar solucionar los niveles de pobreza que crecen cada día, y que a la fecha sobrepasa a la mitad de la población total del país, piensan quienes son los hombres o las mujeres con quienes realizarán los jugosos negocios que se hacen desde la esfera del poder. Siempre hay nuevos ricos, y se pueden consultar en las revistas especializadas o en los índices de concentración de capitales, porque además quien tiene porque le dieron, siempre lo quiere presumir.
Muchos han sido los casos de empoderamiento monetario a través de las concesiones gubernamentales, como es el de quien ha sido el hombre más rico del mundo, Carlos Slim, Y quien a través de la adquisición del monopolio del Estado, Teléfonos de México, S. A. de C. V., comenzó a encumbrarse y a adquirir a través de sus utilidades, nuevas empresas que hoy conforman uno de los emporios más grandes y ricos del país. Ni qué decir de Ricardo Salinas, quien de detentar una de las cadenas de enseres domésticos más pequeñas se encumbró gracias a la adquisición de lo que ahora es la segunda cadena de radio y televisión más importante del país. Ambos personajes fueron beneficiados por Carlos Salinas de Gortari.
Vicente Fox Quesada es el autor de que Olegario Vázquez Raña haya superado a su hermano Mario con la adquisición de la concesión del canal 28, y la venta fraudulenta de la cooperativa Excélsior. MVS fue el colofón o la cereza del pastel, y ahora el señor Vázquez Raña ha pasado a ser el tercer hombre en importancia entre los tenedores de señales televisivas y radiofónicas del país. Claro está que nunca le ha sido entregada una concesión de este tipo a periodistas de carrera, sino a los amigos de los poderosos hombres del poder que todo lo deciden y todo lo pueden con el poder de su firma, o la orden hacia un subalterno para que sea quien rubrique. Así de simple la generación de los ricos de cada uno de nuestros conspicuos gobernantes, quienes seguramente reciben a cambio mucho$$$$ agradecimientos.
Amado Yáñez Osuna ha tenido la mala fortuna de que su riqueza fue edificada con contratos directos y fraudulentos en la paraestatal más importante del país. Hace doce años Oceanografía existía como una empresa de pequeña presencia e importancia, y gracias a los favores recibidos por los gobiernos panistas, que fueron muy generosos con el señor Yáñez Osuna, y éste con aquellos que lo encumbraron y lo apoyaron, pasó a ser la más grande del país y de muchas naciones para la realización de trabajos en aguas profundas, algo que ninguna empresa mexicana había logrado. Oceanografía fue un negocio de muchos, hombres y mujeres encumbrados en los cargos importantes del gobierno, y el señor Yáñez Osuna. El problema es que mientras los demás recibieron concesiones para la explotación de servicios que otorga el Estado, Yáñez Osuna recibió contratos para llenarse los bolsillos de dinero sin justificante alguno. Esa es la diferencia, pero todos son parte de lo mismo. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.