Hay quienes transitan por la vida haciendo de las suyas y convierten esa peculiaridad en una especialidad. Los hay en todos los campos del conocimiento y del saber. Cuando la decisión, el valor y el arrojo van ligados a la habilidad, podemos decir que estamos frente a alguien excepcional, aunque sus finalidades no sean el servicio a los demás o
disfracen sus verdaderas intenciones en el discurso fácil de la reivindicación social. Un ejemplo de ello ha sido el señor Andrés Manuel López Obrador, quien durante mucho tiempo se ha dedicado a la promesa que endulza el oído de los desposeídos mediante prédicas que abordan su penosa circunstancia, sembrando una esperanza que sabe difícil de cumplir pero que le sirve para mantenerse en el escenario político. Así lo ha hecho durante muchos años, y lo seguirá haciendo porque ha probado y comprobado que es un modus vivendi y operandi que deja jugosos dividendos.
Cuando fue Jefe de Gobierno planeó muy bien esa desobediencia que orilló a Vicente Fox Quesada a privarlo del fuero constitucional, y después a procesarlo porque sabía que se convertiría en un mártir. Compitió por la Presidencia de la República y estuvo a punto de lograr su cometido, pero supo convertir la derrota en la razón de su lucha para los siguientes años. Dos veces gozó de los presupuestos aprobados por la instancia electoral a los partidos que formaron parte de la coalición que lo postuló, y una vez que dejaron de serle útiles, decidió que había llegado el tiempo de tener una fuerza política en propiedad. Por ello surge el Movimiento de Regeneración Nacional que como partido político recibirá la nada despreciable suma de seis millones de pesos mensuales por lo que resta del año.
Marcelo Ebrard Cassaubón fue un prometedor político tricolor. Manuel Camacho Solís fue su mentor durante el salinismo cuando ocupó la Jefatura del Distrito Federal. Primero lo hizo Director General de Gobierno, después Secretario General del PRIDF, y al final Secretario de Gobierno en sustitución de Manuel Aguilera cuando éste fue postulado al Senado de la República. Desde entonces fue el vínculo para la conformación de lo que ahora conocemos como el Partido de la Revolución Democrática. Cuando Camacho se rebeló y se fue a la Secretaría de Relaciones Exteriores, fue Oficial Mayor, después lo acompaño como pacificador en Chiapas. Ambos formaron el Partido del Centro Democrático, y terminaron en el partido que ayudaron a surgir con la bandera de la reivindicación: el PRD.
Pese a que Vicente Fox lo cesó por incompetente cuando ocupaba la Secretaría de Seguridad Pública del DF, Andrés Manuel lo protegió haciéndolo Secretario de Desarrollo Social, lugar desde donde lo envió a competir por la Jefatura de Gobierno. La historia es por todos conocida, encabezó el robo más grande de recursos públicos que se registra en la Ciudad de México. Fueron treinta y cinco mil millones de pesos de sobreprecio que se pagó en la construcción de la Línea 12 del Metro. Todavía no rinde cuentas pero ya se apresta a una candidatura que le dará fuero el año venidero para sortear la posible aplicación de la justicia. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.