El tema del salario mínimo se ha convertido en una verdadera papa caliente para el señor Miguel Ángel Mancera, Jefe de Gobierno de la Ciudad de México. Y no es que quien gobierna la Capital de la República sepa mucho de economía, es más, tengo la certeza de que como economista es un peor abogado, porque no da ni una mediana
siquiera. No tengo nada contra los conocimientos en materia económica del señor Mancera, incluso le alabo que esta vez no quiera dedicarse a dar clases de economía y se circunscriba solamente a lo que le señalan sus asesores que tiene que decir, pero también hay que apuntar que el bienestar de la población inicia en los ingresos producto del trabajo, y los paga el sector privado mientras que el sector público se encarga de generar condiciones propicias para ello.
Hay algo que los irresponsables que hablan sin conocer del tema deben entender: el dinero para pagar trabajadores sale de la iniciativa privada. La recuperación de los salarios en México es una necesidad, y su implementación exitosa reclama un cambio sustancial en la arquitectura de la política económica, pero a la vez de un compromiso público y privado que genere un Pacto por el Crecimiento Productivo de México, que se sostenga en la productividad y formalización de las empresas, y que tenga como objetivó aumentar el bienestar social y económico de la población. Esa es una afirmación del especialista Jose Luis de la Cruz, y ojalá lo entienda el señor Mancera.
El mecanismo esencial se encuentra en la inversión, fundamentalmente en la más importante: la privada nacional. Lo óptimo sería llevar a la formalidad a empresas y negocios que operan fuera del marco institucional, así como al empleo que generan para garantizar que las políticas públicas no propicien mayor inequidad. Con ello estaríamos en la posibilidad de garantizar la vigencia y el cumplimiento del marco laboral. Por otra parte se debe evitar el uso de los incrementos salariales como mecanismo de control a la inflación. Cualquier acuerdo que se genere deberá ser pactado y dirigido por trabajadores, gobierno e iniciativa privada, pero también tiene que ser gradual y decidido en el marco institucional. Insisto, tiene que haber consensos fundamentales por la relevancia del tema y su impacto para la economía del país, y eso quiere decir que hay que dejar de lado las ocurrencias.
La formula del éxito comienza con el incremento de la productividad para generar la elevación del salario. Sin esta ecuación el fracaso es la consecuencia. Yo no se quiénes sean los asesores del señor Mancera, pero lo han mandado a decir barbaridad y media y se ha convertido en el hazmerreir de los especialistas. Resulta aberrante escuchar a un abogado disertar acerca de cuestiones de índole económica que no entiende y que no sabe responder cuando es cuestionado por los conocedores del tema. Por cierto: ¿qué busca ocultar desviando la atención hacia un tema que no es de la Ciudadanos se México? El robo de la Línea 12 resulta más evidente cada día. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.