¿Y ahora qué dirá el gobierno a través de sus voceros sobre la matanza de Tamaulipas, donde 14 personas, entre ellas cuatro menores y cinco mujeres, fueron ultimadas apenas iniciaba el viernes último?
El hecho de que el gobierno haya abandonado el discurso sobre la violencia, que caracterizó al monologante Felipe Calderón, no ha significado la merma del fenómeno. Incluso y según datos oficiales, la violencia criminal en México se mantiene en escalas casi idénticas a la registrada durante el gobierno que antecedió al de Peña Nieto y que pretende repetir, si acaso con acentos femeninos, la señora de Calderón. Una ambición dicha sea de paso cínica y ofensiva para el país sangrante que dejó Felipe Calderón.
Durante la gestión de Calderón (2006-2012) se contabilizaron 104.000 muertos, mientras que en los tres años y medio que lleva Peña al frente del gobierno se registran más de 57.000, según fuentes oficiales. De mantenerse esta tendencia, se podría igualar en esta administración, que finaliza en 2018, a la anterior en niveles de violencia.
Luego de 4 años en caída libre, los homicidios intencionales resurgieron con más ímpetu el año pasado con más de 18.000 víctimas lo que arroja una índice de 14 asesinatos por cada 100.000 habitantes.
Hace dos años, el gobierno proclamó que se había puesto freno al fin a esta espiral, pero a más de la mitad de la actual gestión todavía no se ha podido someter este monstruo de mil cabezas.
La violencia en México sigue rompiendo marcas con un promedio de 55,7 víctimas de homicidio al día para marzo, el dato más alto desde que en enero de 2014 el gobierno federal comenzó a publicar un reporte al respecto.
De hecho, el tercer mes de este año ha sido más violento en dos años, con el estado sureño de Guerrero a la cabeza en homicidios, el norteño de Tamaulipas en secuestros y el occidental de Jalisco en extorsiones.
Estados como Campeche (sureste), Colima (occidente) y Veracruz (costas del Golfo de México), los homicidios intencionales aumentaron hasta 300%.
El Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) informó en su reporte de abril pasado que se registraron 1.683 víctimas de homicidio doloso en el país, lo que arroja un promedio de 56,1 víctimas de asesinato al día, superando ligeramente al récord de marzo (55,7), pero también a febrero (55,5) y a enero (50).
El primer cuatrimestre de 2016 acumula el mayor número de víctimas desde 2014, con 6.576 casos, 13% más que en 2015 y 8,7% arriba de 2014.
"La violencia continúa al alza en México, tal y como lo demuestra que en los primeros cuatro meses de este año ya suman 764 víctimas más de homicidio que el año pasado", dijo el experto en temas de seguridad, Alejandro Hope.
Si continúa este ritmo promedio, "probablemente vamos a terminar el año con unas 2.500 víctimas de homicidio más que en 2015", pronosticó.
Medido en términos relativos, Colima, uno de los estados más pequeños del país, aparece como el más golpeado por el crimen, pues acumula 206 casos en cuatro meses, con apenas 650.000 habitantes, lo que arroja un índice de 31,6 por cada 100.000 habitantes, más del doble del promedio nacional.
Esta circunstancia no es casual, pues en su territorio se ubica el principal puerto industrial de las costas del Pacífico, Manzanillo, por donde se estarían importando clandestinamente grandes cargamentos de precursores de drogas sintéticas.¿Y ahora qué nos dirá el gobierno? Que se trata de casos aislados, de víctimas colaterales o de ejecuciones de personas ligadas al crimen organizado. ¿O habrá algo más?
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