Bueno, dicen que nada es verdad ni nada es mentira porque todo es conforme el cristal conque se mira. Recurro a este apotegma en vista de lo que observo en eso
que muchos llamamos la realidad del país. Y a decir verdad veo un país ensartado en una grave crisis, una más de las muchas ocurridas en la historia nacional. No es un consuelo, claro. De hecho, y si a ver vamos, así es como se ha construido México.
Dice el saliente titular de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, que México no está en crisis. Por el contrario, Navarrete Prida llama a no escatimar al presidente Enrique Peña Nieto el mérito de dejar un país que ha avanzado.
Añade que el presidente saliente deja un país “con gobernabilidad democrática”, con instituciones fuertes, con una imagen internacional sólida, con finanzas sanas y una economía estable”. Eso dice Navarrete Prida. Mmh. No me complace en ninguna forma hacerle ver lo que él se afana en negar, seguramente por lealtad a su jefe, el presidente Peña Nieto, por agradecimiento incluso y hasta por obligación como parte de la estructura de gobierno.
Lo primero, lo evidente, la prueba fehaciente de que la mayor parte de los mexicanos discrepa del diagnóstico de Navarrete Prida es lo ocurrido el uno de julio último. Si el país estuviera avanzando o al menos se tuviera la percepción de ello, no se habría votado como se votó. A menos claro que los mexicanos, al menos la mayoría, fuera considerada una masa estúpida con una percepción peligrosamente equivocada.
¿Instituciones fuertes? Mire usted, por ejemplo, el caso de la Procuraduría General de la República (PGR) y su papel en episodios tan graves como los 43 de Ayotzinapa, Humberto Moreira, Javier Duarte de Ochoa, Graco Ramírez y un largo etcétera donde la corrupción campea como ama y señora del país.
¿Imagen internacional sólida? Bastaría preguntar qué se piensa sobre el papel del gobierno de México ante Donald Trump y su visita en calidad de candidato a la residencia oficial de Los Pinos. Dudo que haya necesidad de abundar sobre el punto.
¿Finanzas sanas? Eche un ojo al crecimiento desmesurado de la deuda, que representa prácticamente el 50 por ciento del Producto Interno Bruto nacional. ¿Sano? Ajá.
¿Economía estable? ¿Para quién o quiénes? La mayor parte del país está empobrecida, el desplome de los salarios está en proporción directa a los índices inflacionarios y la carestía de la vida. Intente vivir con un salario mínimo de 90 pesos al día o poco menos, y aún con el ingreso mayoritario promedio del trabajador mexicano para que se de cuenta de la estabilidad económica, señor Navarrete Prida o, incluso, señor Roberto Campa, hoy titular del Trabajo, quien recién dijo que el minisalario mexicano está mejor que nunca.
Bueno, Navarrete Prida admitió al menos que en materia de seguridad el problema sigue “siendo enorme”, aun y con todos los gigantescos esfuerzos hechos por las autoridades. Es en la visión de Navarrete Prida el “prietito en el arroz”.
Ojalá, ojalá que la visión y diagnóstico del señor Navarrete Prida fueran los correctos. Nada diferente sería mejor para el país y los desacertados que vemos otras cosas.
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