La beca Sheinbaum

Singladura 
En unos días más, el gobierno de la señora Claudia Sheinbaum abrirá las arcas
capitalinas para regalar dinero a niños de la ciudad entre los seis y los 15 años. La jefa del gobierno capitalino dará su domingo a miles de niños y adolescentes, éstos últimos no hay que olvidarlo pronto votarán. Así que serán votantes seguros para Morena. Eso es visión de futuro. ¿Quién rechaza dinero regalado? Que alguien me diga quién. En el hipotético negado, si hubiera alguien en esta ciudad que rechazara dinero regalado, seguramente todos los demás lo llamarían tonto, por lo menos.
¿Usted se preguntará si no es que no lo sabe todavía cómo es eso de que la señora Sheinbaum usará dinero aportado por los ciudadanos que sobrevivimos en la economía formal, que dicho sea de paso cada vez se achica más para ceder terreno a la floreciente economía informal, para regalar a los niños y adolescentes capitalinos? Bueno, digo que es dinero regalado. Sheinbaum dice que es dinero para apoyar a los estudiantes entre los 6 y los 15 años, inscritos en las primarias y secundarias públicas de la ciudad. También llama “becas” a esos fondos públicos.
Hasta donde sé, las becas se ganan, las obtienen estudiantes aplicados, diligentes, empeñados, comprometidos con un sueño académico. Dicho de otra forma, la beca es una forma en la que se premia el esfuerzo personal. ¿Por qué entonces se tendría que regalar dinero a quienes prefieren andar de baquetones?
Sheinbaum anunció la supresión del programa de becas para niños talento, a quienes se les confería una beca a cambio de un promedio escolar de 9 o 10. En su lugar, se regalará dinero a todos, parejitos, porque según ella muchos niños no avanzan escolarmente por problemas en sus casas. Seguramente, los 330 pesos que se darán a cada niño resolverán esos mismos problemas. ¿O no? Vaya lógica de la señora Sheinbaum. En verdad cada vez me sorprende más.
A primera vista la iniciativa parecería loable, pero enseguida se perciben las trampas político-electorales que está tejiendo el gobierno que pagamos todos en esta ciudad para disponer de los fondos públicos de manera discrecional a fin de comenzar a tejer la telaraña electoral que perpetúe a Morena al frente del manejo presupuestal capitalino. Claro, dice Sheinbaum que se hizo una encuesta “a mano alzada”, según la cual la gente favoreció que el dinero sobrante al gobierno de la ciudad fuera destinado a la educación. ¡Viva la democracia de la mano alzada!
Curioso que el programa impulsado por Sheinbaum se llame “Mi beca para empezar”. ¿Beca? ¿Cuál beca? Es un bono para cortejar el voto y educar a una nueva generación de pedigüeños, cuyo mayor esfuerzo será estirar la mano y pronunciar la palabra ¡gracias, Claudia!
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@RobertoCienfue1