En vísperas de las elecciones en Estados Unidos el martes próximo, conversamos en Reporte Énfasis con el presidente de la Casa Zacatecas en Fort Worth, Texas, Francisco Álvarez Calderón, en torno al papel de los migrantes en la crucial e inminente contienda y sobre las remesas a México, que este año se prevé alcancen los 40 mil millones de dólares,
una cifra colosal que impide el colapso de miles de familias mexicanas sobre todo en estos tiempos de la Covid-19.
Al frente de esa comunidad zacatecana, entre las más nutridas en Estados Unidos, Álvarez Calderón refirió las situaciones de vida para millones de mexicanos inmigrantes, bien conocidas por lo demás.
Protagonistas casi todos de esfuerzos laborales cotidianos e intensos, en condiciones muchas veces de hacinamiento para economizar recursos y sujetos a fenómenos aún presentes en Estados Unidos como el racismo, el maltrato y la discriminación, los trabajadores mexicanos pasan por todo tipo de vicisitudes.
“En más de 25 años, hemos sentido malas caras o malas vibras en muchos lugares o aún en salas de juntas”, apuntó Álvarez Calderón y sin embargo, añadió, “nunca tan directa como en estos años” del gobierno de Donald Trump.
Según este representante, los emigrantes mexicanos han resentido especialmente “porque se han empoderado estas personas que tienen una visión muy corta y no entienden que los seres humanos somos ciudadanos del mundo y que no podemos ser identificados por el color de la piel o el lugar de nacimiento”.
Álvarez Calderón dijo que esas personas con poder hoy en Estados Unidos “no toman en cuenta lo que aportamos y lo que hemos construido acá”.
Convencido de que en unos días más podrán “darle una patada al fascismo, la discriminación y el maltrato de quienes rodean a este personaje” (Trump), Álvarez Calderón nos dijo que Joe Biden, el candidato demócrata a la Casa Blanca, “es la opción para los migrantes y para salir de esta separación, indiferencia hacia las minorías en las que estamos incluidos nosotros” porque cada vez más los emigrantes reciben un trato discriminatorio, que se ha tornado violento, con ataques más directos y racismo”.
Destacó que los migrantes mexicanos “hacemos esfuerzos por colaborar con nuestras instituciones y gobiernos para que nuestras comunidades de origen (en México) prosperen, pero viven vejaciones y pasan la vida muchos veces hacinados para ahorrar lo más posible y enviar a sus familias que viven en pobreza en México”.
Dijo que pese a la pandemia, cuyos efectos también han sido muy severos en Estados Unidos, este año prevén que las remesas lleguen a la cifra récord de 40 mil millones de dólares. “Se hacen esfuerzos extraordinarios para enviar un poquito más”, dijo.
Y sin embargo, Álvarez Calderón lamentó que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador haya subvalorado el esfuerzo que los emigrantes que radican en Estados Unidos hacen “hacia nuestro país” (México), donde “no estamos siendo tomados en cuenta absolutamente para nada y vaya que me considero una persona progresista y que se había hecho muchísimas expectativas buenas de este gobierno”, contó.
Comenté a Álvarez Calderón que López Obrador más de una vez ha llamado a los emigrantes mexicanos verdaderos “héroes”. Su respuesta fue ésta: “no queremos ser héroes de papel”. El gobierno, añadió, no ha correspondido “en atención ni reciprocidad. No hemos sido correspondidos para nada. Ni siquiera estamos representados en el Gobierno”, dijo.
Lamentó incluso que se haya abandonado el denominado programa “tres por uno”, instaurado en 2002 con la participación de los clubes de migrantes -como la Casa Zacatecas- y mediante el cual por cada peso que aportaban las casas o clubes de migrantes, los tres órdenes de gobierno en México aportaban, en conjunto, tres pesos más en proyectos de Infraestructura Social, Servicios Comunitarios, Educativos y/o Productivos propuestos por los propios migrantes.
Debieron haberlo solventado y trabajado con ese programa 3 por 1, dijo Álvarez Calderón, quien destacó que entre otras bondades de ese esquema que instrumentaba la Secretaría de Desarrollo Social de México se generaban no sólo obras de infraestructura para las comunidades vinculadas a los migrantes sino también “proyectos productivos de nuestras comunidades para generar empleos” y favorecía la identidad, la convivencia y el fortalecimiento del tejido social.
“Acá de este lado se defiende, se cuida y se transfieren nuestras raíces y cultura. Hay un sinnúmero de situaciones positivas que el tres por uno generaba, dijo. Pero lo desaparecieron, lamentó.
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@RobertoCienfue1