Esta misma semana el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que se reuniría con la titular de Notimex, la Agencia de Noticias del Estado Mexicano,en busca de un acuerdo para resolver el conflicto laboral que hace casi un año puso a este medio público de información en suspensión de actividades, al menos desde un punto de vista formal, debido a la huelga que el 21 de febrero del 2020 inició el Sindicato Único de Trabajadores de
Notimex (Sutnotimex) para reclamar las violaciones al Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) y otras irregularidades que se atribuyen a la gestión de Sanjuana Martínez Montemayor.
Y digo que la parálisis laboral en Notimex es sólo desde un punto de vista formal debido a la negativa, violatoria de la ley, de Sanjuana a respetar el derecho a huelga aún consagrado por la carta magna y reglamentado por la ley federal del trabajo en México , las repetidas intentonas de Sanjuana por quebrar o romper la huelga y aún el amedrentamiento laboral que a lo largo de muchos meses ha caracterizado la gestión de la titular de Notimex. De estas conductas ilegales sobran las pruebas, y la impunidad como agravante.
Así que el anuncio presidencial de que sostendría un encuentro con Sanjuana en busca de resolver la crisis de la Agencia, elevó no poco las expectativas de solución a este prolongado conflicto. Incluso, el propio López Obrador admitió públicamente que “ha pasado mucho tiempo” desde que inició la huelga en febrero del 2020, como dije.
Los trabajadores de Notimex han soportado una huelga de más de 11 meses en condiciones francamente peligrosas en medio de la pandemia por el coronavirus. De hecho son ya varios trabajadores que han caído enfermos de Covid-19 mientras sostienen el movimiento huelguístico.
Si en cualquier escenario "normal", una huelga siempre implica sacrificio, imagine usted afable lector (a), lo que significa la de Notimex en circunstancias sanitarias, de seguridad y económicas mucho más que graves. Han aguantado los trabajadores de Notimex, esperanzados de salvaguardar sus fuentes de empleo y sobre todo de un proceder justo y apegado a derecho de quienes encabezan Notimex y por supuesto del gobierno de López Obrador, y los compromisos que públicamente este ha asumido a través de sus discursos y posicionamientos con la clase laboral del país.
Y sin embargo, esas expectativas de arreglo, avenimiento o solución a un conflicto laboral -que dicho sea de paso es menor si se compara con la crisis multifacética que experimenta el país- toparon la respuesta del presidente, el jefe máximo de las instituciones nacionales, el primer político del país, cuando dijo que si bien conversó sobre el conflicto en la Agencia con Sanjuana -conforme anunció- la solución corresponderá al vocero presidencial, Jesús Ramírez Cuevas ya la titular del Trabajo, Luisa María Alcalde Luján.
Pero “como está enfermo Jesús, tenemos que esperarlo, quedamos en eso con Sanjuana, para buscar un arreglo, hablar con los trabajadores y ya terminar con ese conflicto, pero vamos a esperar nada más que sane Jesús”. Es la solución del presidente, quien tras conversar con Sanjuana logró el acuerdo de que la solución al prolongado conflicto de Notimex llegará acompañado de la recuperación de Jesús, su vocero. Así que nada más falta que Jesús supere el Covid-19. En eso quedaron el presidente y Sanjuana. Ojalá pronto, más pronto que nunca, Jesús supere el virus y arregle este asunto que como admitió el presidente ya lleva “mucho tiempo”. Dios quiera y se salve Jesús. Ojalá y los trabajadores en huelga hace casi un año oren por la salud de Jesús.
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@ RoCienfuegos1