Siguen las advertencias sobre los riesgos que supone un doble fenómeno económico que resiente México: inflación y bajo crecimiento. Es tiempo de
atender esta doble vertiente. Hay que hacer algo y pronto, antes de que pudiera tornarse en un asunto incontrolable, con su cauda de impactos negativos y perjuicios a toda la población, pero especialmente a los más vulnerables.
Recién la víspera, el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, el Inegi, dio a conocer que el Índice Nacional de Precios al Consumidor, aumentó 7.37 por ciento anual en noviembre pasado, su tasa más alta desde enero de 2001, cuando fue de 8.11 por ciento.
A este dato, preocupante, y que confirma que estamos en medio de un proceso inflacionario no registrado en dos décadas, la calificadora HR Ratings, previno también la víspera sobre el peligro de que México se instale en un escenario de estanflación, el peor de los mundos en materia económica porque implica la combinación de enfrentar un panorama económico donde se combinan indicadores negativos de crecimiento con otros de inflación en ascenso.
Según esta agencia, las presiones que determinan que la inflación se sitúe hoy día en máximos históricos, podrían comenzar a bajar, en el peor de los escenarios, entre 2023 y 2024, éste el último año del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha señalado que la inflación es un problema transitorio, asociado a la pandemia del coronavirus que dislocó la economía mundial y las cadenas de suministros.
HR Ratings indica que según una estimación de riesgos, la inflación no va a sufrir las mismas reducciones que se están suponiendo.
Advirtió que los grados de inflación y una economía que ya acusaba problemas aun antes de la pandemia por el coronavirus, allanarían el camino de una situación indeseable que se conoce como estanflación.
El director general de análisis de la firma, Félix Boni, expuso que los altos rangos de inflación no son exclusivos de México y que hacia los próximos meses se necesitarán respuestas robustas de las autoridades monetarias a fin de reducir el escenario de estanflación.
Hizo ver que sin respuestas robustas de las autoridades monetarias de México y aún de Estados Unidos, el peligro pudiera prolongarse.
Boni también dijo que en términos de crecimiento, el país no retomará los rangos previos a la pandemia de Covid-19 hasta el primer semestre de 2023. Esto supone, dijo, un problema estructural de bajo desempeño del Producto Interno Bruto independiente de la contingencia sanitaria , influido también por la baja inversión.
Se analiza que este año, la economía mexicana crezca 5.75%, una revisión a la baja del 5.87% anterior.
Para el año que se aproxima, se estima un crecimiento de 2.92%, con riesgos de que las previsiones vayan a la baja.
Ante este panorama, que ya se siente en la mayoría de las familias mexicanas, sería prudente y aconsejable que nuestras autoridades, comiencen a tomar medidas. Victoria Rodríguez Ceja, la virtual nueva gobernadora del Banco de México, tiene ya una oportunidad para actuar y hacerlo pronto y bien. Si pasa esa prueba, dejará con la boca cerrada a muchos. Ojalá, por el bien del país, de cuya economía depende todos.
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@ RoCienfuegos1