Crimen y desdén

Las cifras sobre la criminalidad en México son de escándalo y la apatía y el desdén, aderezados eso sí, con mentiras

de los gobernantes, también. Veamos. Según cifras de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), difundidas la víspera, abril -que concluyó ayer- quedó ya registrado como el mes más violento del año al rebasar el número de asesinatos perpetrados en los tres primeros meses de este año.

Con 86 asesinatos el lunes, suman dos mil 273 víctimas de homicidio doloso, un promedio de 78 muertes diarias y violentas en el país.


De acuerdo con la SSPC, abril incluyó el día y el fin de semana más violentos de este año al contabilizarse 103 víctimas al último domingo del mes, y entre el 26 y 28 de abril se registraron 257 asesinatos.

Los 2 mil 273 asesinatos representan 3.6% más que las contabilizados en marzo, 12% más que los de febrero y 6.8% más respecto de enero.

Además, en abril hubo dos días con más 100 asesinatos en 24 horas: 17 de abril, 101; 28 de abril, 103, la peor cifra de este 2024.

Conforme la misma fuente, las entidades con más asesinatos en el cuarto mes del año, fueron: Guanajuato, 273; Estado de México, 193; Baja California, 164; Michoacán, 138; Morelos, 137; Nuevo León,129; Jalisco,121; Guerrero, 83; Sonora, 81; Ciudad de México, 80; y Veracruz, 80.

La Ciudad de México también tuvo en abril el mes más violento del año, con 80 asesinatos, un promedio de 3 al día, de acuerdo con el reporte diario que presentan una subestimación del 20% con respecto al Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Añada usted, afable lector (a), que ayer justo en el Día del Niño, Ceci Flores, la madre buscadora de Sonora, publicó en X, el hallazgo de un crematorio clandestino en los límites de las alcaldías Iztapalapa y Tláhuac. Fueron también halladas credenciales del INE y libretas propiedad al parecer de niños.

“Gracias todos los que me dijeron donde podía haber restos, y repito, no busco justicia, solo que una madre sepa dónde arropar por última vez a su hijo. Quiero llorar, este país no está bien”, dijo Flores, la mujer que recién en marzo pasado se plantó por muchas horas fuera de Palacio Nacional durante una espera infructuosa para que el presidente Andrés Manuel López Obrador la recibiera. Flores también quiso entregar una pala al mandatario como símbolo de la búsqueda que realiza de sus dos hijos desaparecidos y de otros miles que corrieron igual suerte en México.

“Esta pala nunca debió estar en mis manos, ni debió sentir los huesos romperse de los cuerpos que ha desenterrado. Tome el mando Presidente, hágase cargo de los desaparecidos +”, escribió Flores en X el pasado 18 de marzo. Nada. Bueno, sí, López Obrador ha argumentado que no se prestará a politiquería, publicidad y el juego de sus adversarios para dañarlo a él y su gobierno, que -asegura- ha hecho todo para ayudar a las familias de personas desaparecidas.

Roberto Cienfuegos J.

@RoCienfuegos1

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