En el terreno laboral, a más de cinco años y siete meses de este gobierno morenista, los trabajadores seguramente
no tendrán nada que festinar, porque la inflación que padecen es la misma que acusan los transformadores, ya nada más falta que digan que es una herencia maldita del pasado inventado por adversarios.
Pero la realidad es otra y la economía nacional, no ha crecido como lo quiere hacer creer este gobierno, porque desde la pandemia que se cayó en 8.1 % y de lo que muchos no se acuerdan, ahora presentan un crecimiento que todavía no recupera esa caida y menos que se hayan recuperado la pérdida de empleos y menos el millón y medio de pequeñas y medianas empresas que quebraron y cerraron definitivamente.
Las cifras del INEGI, son reveladoras de que apenas crece la economía por encima del 1%, sin la generación de empleos que se requieren y que lo que ha crecido son las actividades informales, porque de ahí subsisten millones de mexicanos que se refugiaron en la informalidad.
El uso político electoral que el gobierno y los funcionarios del sector laboral, han presumido con el incremento de los salarios mínimos, ha sido un espejismo, señalan expertos economistas, porque se ufanan de que lo han llevado hasta 110 %, pero eso no ha sacado de la precaridad a los 2.5 millones de trabajadores que ganan este salario.
Más aún, a este segmento de trabajadores les impacto en forma negativa, porque al ganar más, el SAT les cobró impuestos, alrededor de 490 pesos, porque rebasaron sus montos para el cobro y ahora el sector obrero ha tenido que protestar para que se ajusten los impuestos.
En la otra cara de la moneda, el salario ya está erosionado por el incremento de precios, como la tortilla a 22 y hasta 25 pesos el kilo, y junto con la cebolla, el jitomate y las frutas, la pérdida de poder adquisitivo, y apenas vamos para la mitad del año.
Por eso cuando esos políticos hablan del salario mínimo, seguro no tienen ni idea de que los precios de productos básicos se han incrementado sin control, porque la Profeco no controla ni a sus funcionarios, que solo aspiran a más cargos para seguir pegados al.presupuesto, como el vivo ejemplo de Ricardo Sherfiell, quien fue Procurador que pasó sin pena, ni gloria y ahora anda como politico de segunda mano en su entidad Guanajuato.
La inflación sigue creciendo, ya alcanzó el 4.6%, los precios están incontrolables y falta el efecto de la sequía en los campos agrícolas, dónde no habrá mucha producción, como ya sucede con el maíz, que el gobierno de Morena ha incrementado en 20% las importaciones, porque no hay producción nacional, así es que espérese porque subirán más las tortillas.
Javier Cerón Espinosa