La demagogia y el discurso oficial van en sentido contrario a la realidad que arroja el mercado nacional, porque los
salarios han sido rebasados por la inflación y viene la oleada de fin de año.
El oficialismo vende que en estos gobiernos cuatroteros, son los que más han incrementado los salarios mínimos, nada más que no explican que entre más los suben, más impuestos pagan.
En el sector obrero, ha generado que las negociaciones contractuales se compliquen, porque las empresas quieren aplicar el mismo porcentaje en la revisión de los contratos colectivos, lo que ha generado tensión entre empresas y sindicatos.
El Congreso del Trabajo, CTC y CROM, han señalado que el incremento al salario mínimo beneficia solo a una parte de los trabajadores, pero ha generado que paguen más impuestos al rebasar lo déciles que aplica la Secretaria de Hacienda y que llega hasta 400 o 500 pesos mensuales.
Por esta razón, precisan que si bien el gobierno presume que ha sido redentor de los trabajadores, en la realidad el beneficio es precario y todavía más los precios se han incrementado y viene la oleada de fin de año, que para cuando fijen los nuevos salarios mínimos ya estarán erosionados en su poder adquisitivo.
Si bien habrá una derrama económica por aguinaldos y vales despensa, será solo coyuntural, pero ante la debilidad que refleja lo economía nacional y la incertidumbre que ha generado la negociación del T-MEC y la latente aplicación de aranceles de Estados Unidos, para algunos sectores productivos, aunados a los problemas de inseguridad, la delincuencia organizada, extorsiones a negocios, que inciden el el incremento de la carestía.
La propaganda oficialista está en.narcha, para ufanarse que se otorgan los mejores salarios mínimos, pero las empresas están frágiles, por bajas ventas, recortes de personal y desaceleración económica, lo que para 2026, solo será un espejismo.
Javier Cerón Espinosa