A qué bonito es lo bonito y lo digo por la noticia que cimbró a México este martes, cuando se conoció la detención de quien
fuera el todo poderoso Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón.
Capturado en Texas en los Estados Unidos acusado de corrupción y de servir al cártel de Sinaloa, a cambio de millones de dólares.
Los rumores ya venían flotando en el ambiente desde hace muchos años, y no podemos no apuntar a su figura como el responsable de la guerra contra el narcotráfico y los ríos de sangre que hasta ahora ha dejado en el país.
Una vez más, es la justicia estadounidense la que aplica la ley contra los peces gordos mexicanos, y no la autoridad de nuestro país y solo entonces el gobierno mexicano voltea a verlos; antes, nada.
Mueve a risa que ahora la Fiscalía General de la República (FGR) diga que va a solicitar la extradición del súper policía, ¿sorpresivamente se acordaron que existía? ¿Mágicamente le encontraron una carpeta de investigación? Y rápidamente le congelan sus cuentas bancarias, ¿Pues de qué se trata?
La FGR no tenía ni una investigación sólida, ni pistas probatorias, ni mucho menos argumentos legales suficientes para girar orden de aprehensión en su contra, García Luna, se movía sin ningún problema dentro del país.
Luego entonces, ¿La aplicación de la ley, también se negocia en la Unión Americana, o es parte del recién firmado T-MEC? Nada es casualidad
¿Por qué la captura en Estados Unidos?
Hasta hoy todo se basa en testimonios de narcotraficantes como el Rey Zambada y de testigos protegidos, ¡vamos! Todo es presunción pese a que las historias negras sobre García Luna ya hoy se cuentan por cientos.
Bastaron unos minutos desde su detención para iniciar un linchamiento público y mediático en el que colectivamente se le ha juzgado, aun cuando no hemos visto una sola prueba. Y no lo defendemos, que quede claro.
Importante destacar las enormes mandíbulas, el poderío de los carteles del narcotráfico en México y el juego de traiciones en que se dan las relaciones con la autoridad, esta puede ser una de ellas.
Si ya veíamos caer a Enrique Peña Nieto por el caso Odebrecht, hoy nos preguntamos si la caída de García Luna le pone lupa a Felipe Calderón y a muchos otros.
¿Cuántos más tendrían que rendir cuentas?
Ya sabremos el próximo 17 de diciembre en su primera audiencia, qué dice la acusación y qué dice el propio García Luna sobre su pasado, su presente y su futuro.
No falta quien apunte hoy a una venganza, todo lo que está ocurriendo, pero lo realmente importante es acabar con la impunidad.
¿No lo creen así?