Viraje

La autonomía del Banco de México, la reforma tributaria y el presupuesto 2022 son sin duda las grandes preocupaciones que dejan los cambios en la Secretaría de Hacienda y la propuesta para el nuevo titular del banco central.

 Los cambios son una buena señal que seguramente será bien recibida por los mercados, tanto Arturo Herrera como Rogelio Ramírez de la O, son conocidos como buenos economistas.

Pero todo finalmente tiene sus detalles. Veamos:

Rogelio Ramírez de la O, economista de la UNAM y doctorado en Cambridge, será para mediados de julio el nuevo secretario de Hacienda, el tercero en lo que va de la administración.

El reto, al igual que el de quienes lo antecedieron (Carlos Urzúa y Arturo Herrera) será que el presidente le haga caso y que sin injerencia del área política, tenga la fortaleza para exigir independencia profesional para tomar decisiones en el ámbito de su competencia, por el bien del país.

Hasta hace un mes, de acuerdo con lo revelado por una persona de su confianza, Rogelio Ramírez desestimaba su llegada a la Secretaría de Hacienda, porque consideraba que era sumamente delicada la situación en el país, si no se tomaban las medidas correctas.

Hoy ante el nombramiento anunciado, podemos deducir que Ramírez de la O., seguramente negoció ser él quien tome las decisiones y el presidente tendría que asentir si en verdad quiere recomponer las cosas. Solo con un margen de maniobra suficiente estará en condiciones de tomar las riendas y, entre otras cosas, determinar las políticas fiscales.

El analista financiero, Eduardo Torreblanca Jacques, recomienda al nuevo titular de Hacienda poner especial atención en Pemex. El tema no es menor, constituye a la vez un reto y riesgo mayúsculo, porque si el gobierno no acierta a tratar con cuidado los estados financieros de Petróleos Mexicanos, se corre el riesgo de perder el grado de inversión lo que sería gravísimo. Él tendría que cabildear en las cámaras de Diputados y Senadores para lograr la reforma hacendaria; y trabajar para recomponer la relación con la iniciativa privada, pero si lo atan de brazos, esa misión se complicaría considerablemente.

“Como economista es muy bueno”, asegura el consultor financiero Mario Di Costanzo, al ser consultado sobre el nombramiento de Ramírez de la O; nos comenta que goza del 100 por ciento de la confianza del presidente, pero plantea un cuestionamiento clave: ¿llega a obedecer a AMLO o a que éste le haga caso?

Vamos a ver si lo dejan trabajar y que no termine como Urzúa, abandonando el barco, o como Herrera, haciéndola de florero.

En torno a la propuesta de Arturo Herrera como gobernador del Banco de México, hay nubarrones pues no cumple con por lo menos uno de los requisitos importantes para ocupar el cargo. Y es que de acuerdo con la ley del Banxico, en su artículo 39, quien aspire, requiere haber desempeñado por al menos 5 años cargos de alto nivel en el sistema financiero mexicano y tan solo lleva año y medio como secretario de Hacienda y no tiene reconocida experiencia en materia monetaria.

Más allá de estos nubarrones, sabemos que no hay leyes que se interpongan con las decisiones presidenciales, así que sin duda, Arturo Herrera será el próximo gobernador del Banco de México, cargo que deberá ser aprobado por el Senado de la República.

Herrera sólo de entrada deberá controlar una inflación derivada de la pandemia por encima del 50% de lo que estima conveniente el banco central.

Y para cerrar, es preciso consignar la duda razonable en torno al riesgo que corre la autonomía del Banco de México, que el Presidente López Obrador prometió respetar.