“Maquillan” pago en redes sociales para cuidar la imagen presidencial

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Bastante discutible es el gasto que Presidencia de la República gasta para fortalecer la imagen del Ejecutivo Federal al año por las redes sociales, pues mientras ellos  reportan tan sólo 630 mil dólares, es decir, 9 millones 169 mil 776 pesos, expertos señalan que el gasto debe ser de más de 40 millones.

Según datos del Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI), el departamento de Comunicación Social que se encarga de cuidar la imagen del presidente Enrique Peña Nieto, se gasta los recursos antes mencionados solamente en conseguir likes en Facebook o follows en Twitter.

Sin embargo, los detractores aseguran que lo declarado es “poco creíble” debido a que más de 50 mil personas manejan las redes sociales del gobierno de la República, por lo que la cifra es muy superior.  Esto, afirman, tomando en cuenta que las redes sociales populares son Facebook, Twitter, You Tube y Flickr, y no sólo dos como menciona el IFAI.

También, lo invertido en fortalecer la imagen de Peña Nieto en las redes sociales, supera lo pagado por Petróleos Mexicanos (Pemex) para promocionar la reforma energética, por lo que desglosó el pasado 2014 un millón 610 mil pesos en tan sólo You Tube.

A pesar de las grandes cifras gastadas en la imagen del Ejecutivo Federal y de las reformas estructurales no se han tenido los resultados esperados, debido a que más de 50% de la población –conforme a estadísticas- no las apoya, y en el caso de las redes sociales la desaprobación se incrementa a cifras superiores al 90%.

Según lo reportado al IFAI, son tres personas las que manejan las redes sociales de Presidencia de la República, quienes  perciben salarios al mes de 30 mil a 62 mil pesos.

Recursos tirados a la basura

A decir de la Asociación Capital Social en Investigaciones, los recursos invertidos por el gobierno Federal por fortalecer la imagen del presidente de la República, han sido suntuosos pero insuficientes debido a que las oficinas de Comunicación Social operan bajo lógicas que tienen décadas de antigüedad.

Asegura que las campañas en fortalecer la imagen del Ejecutivo Federal tienen  orígenes que se pueden rastrear a los centros de propaganda que tanto se usaron desde la primera parte del siglo XX.

Indica el estudio que en su gran mayoría, el manejo y uso de las redes gubernamentales se hace de forma interna dentro de las mismas instituciones, haciendo a un lado la profesionalización de quienes los manejan provocando que en este sector la popularidad del Ejecutivo Federal esté por los suelos.

También muy  pocos organismos gubernamentales que utilizan servicios externos para realizar el análisis de sus mensajes.

Por ejemplo secretarías de gran peso de la federación no gastan un sólo peso en el uso de servicios externos de análisis, algo relativamente común para cualquier actor público mediano, ya sea gubernamental o empresarial.

Además existe  una clara verticalidad en el mensaje que proyecta el gobierno Federal, lo que deja poco espacio a los puntos de vista divergentes y, en consecuencia, al intercambio de ideas que no armonicen con las líneas discursivas que nacen desde el centro.