Una voz que se debe escuchar

Denuncia Alejandra Cuevas Moran su experiencia, como un grito en el vacio, de las atrocidades de un régimen corrupto

que se aprobecha del pueblo para saquear a un país en la ignominia total.

"Hace cuatro años, el 16 de octubre de 2020, me arrancaron de la vida. No fui arrestada, fui secuestrada por el poder más corrupto y vil que existe en México: Alejandro Gertz Manero. Con un delito inventado, me arrojaron a una celda, como si mi vida no valiera nada, como si mi existencia fuera descartable. Y ahí estuve, en Santa Martha Acatitla, viendo cómo el mundo seguía girando mientras yo me hundía en un abismo. Ernestina Godoy, la misma que ahora se pasea como consejera jurídica de la presidenta Sheinbaum, observó todo esto sin pestañear. Fue cómplice, y lo sigue siendo, de un sistema que destruye vidas con una facilidad aterradora. En esa celda, lo vi todo. Vi cómo la cárcel consume almas, cómo arranca la esperanza, cómo reduce a las mujeres a sombras de lo que alguna vez fueron. Pero yo, me negué a desaparecer. Me negué a dejar que esa máquina de crueldad me destruyera, aunque todo a mi alrededor gritara lo contrario. Sobreviví. Pero no fue suerte. Fue la Suprema Corte, esa misma Corte que hoy está bajo ataque, la que tuvo el coraje de mirar mi caso, de ver más allá del poder desmedido de Gertz, y de salvarme. Porque si mi caso ocurriera hoy, si ocurriera en 2025, yo seguiría ahí, enterrada viva, olvidada en una celda. Gertz habría ganado. Y no habría nadie para detenerlo. Las cárceles de México no son centros de reinserción; son fosas comunes donde las mujeres son enterradas en vida. Vi cómo las destruían, cómo sus sueños morían a diario. No hay programas, no hay educación, no hay esperanza. Solo hay miseria. Pido con toda mi alma que se haga algo por esas mujeres. Que se creen programas de reinserción, que se les dé una segunda oportunidad. Porque, ¿qué somos como sociedad si no somos capaces de salvar a nuestras mujeres? Y no solo son las mujeres. México arde. Y no arde solo por la violencia en las calles; arde porque quienes deberían defendernos son los mismos que nos condenan. Alejandro Gertz Manero sigue en el poder, sigue manteniendo a este país en un estado de miedo y opresión. Es un hombre que nunca ha dado resultados, que nunca ha combatido la inseguridad, pero que ha perfeccionado el arte de destruir vidas. Y la presidenta Sheinbaum, lejos de liberarnos de este yugo, lo perpetúa. Le ha dado aún más poder, más impunidad. Ha olvidado a las mujeres que están tras los muros de las cárceles. Ha olvidado a las presas, a las invisibles. Ha dejado que un verdugo como Gertz sea quien marque el destino de este país. Y ahí está también Ernestina Godoy, la mujer que permitió mi encarcelamiento, ahora sentada en las entrañas del poder, cercana a la presidenta, decidiendo el futuro de México. Es insoportable. Es un insulto a todas las que sufrimos bajo su complicidad, a todas las mujeres que hoy siguen enterradas en esas celdas, esperando una justicia que nunca llega. Es por eso que los presos y sus familias, alzando su voz desde ese mismo sufrimiento, se pronuncian ahora contra la reforma judicial que solo busca consolidar este sistema corrupto, destruyendo lo poco que queda de justicia en este país. Pero a pesar de todo, no me rendí. Sobreviví, y seguiré luchando. Aunque el exilio sea mi única opción, seguiré levantando la voz por esas mujeres que no tienen voz. Seguiré peleando por las que han sido olvidadas, por las que sufren cada día tras esos muros. Porque mientras Gertz y Godoy sigan en el poder, ninguna de nosotras está a salvo. Pero no nos destruirán. No podrán apagar nuestra lucha, nuestra esperanza. A las mujeres que siguen tras esas rejas les digo que no pierdan la esperanza. A sus madres, a sus hijos, a sus familias les digo que no se rindan. Aunque el sistema nos quiera destruidas, aunque quieran silenciarnos, no podrán. Porque mientras una de nosotras siga peleando, la libertad siempre será posible".

Estuve encarcelada 528 días en Santa Martha Acatitla por un delito fabricado por el Fiscal General de la República Mexicana, Alejandro Gertz Manero.
 
Eduardo Ramos Fusther
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@RamosFusther
Licenciado en Derecho (TECM), Licenciado en Seguros y Fianzas y Administración de Riesgos (Universidad Marista). Maestrante en Pedagogía (Universidad YMCA). Miembro del Consejo Nacional de Honor de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT). Titular de "El Punto Crítico Radio". Editor del periódico El Punto Crítico. Con 50 años ejerciendo el periodismo.