Ante cientos de productores y agricultores, el presidente Enrique Peña Nieto, se comprometió a sacar de la pobreza al campo mexicano, por lo que adelantó que el próximo año presentará a la sociedad mexicana la “reforma agroalimentaria” que potencializará la productividad del sector.
Durante la 30 Asamblea General Ordinaria del Consejo Nacional Agropecuario, el ejecutivo federal aseguró que su gobierno está llevando a cabo diversas acciones que permiten transforma el rostro del campo mexicano, por lo que delineó siete estrategias para ello.
“En México debemos pasar de los subsidios a los incentivos productivos, e implementar políticas públicas diferenciadas, que permitan apoyar con mayor eficacia tanto a los productores de autoconsumo como a quienes se dedican a la agricultura comercial”, explicó.
La primera pretende respaldar a los pequeños y medianos productores con la finalidad de que los propietarios eleven su producción y mejoren sus ingresos a partir de una mayor certeza jurídica de la tenencia de la tierra, y esquemas de asociación como clústers de agronegocios, empresas integradoras o la agricultura por contrato.
En segundo lugar se pretende incrementar la disponibilidad de fertilizantes mexicanos dando a conocer que sólo 15 por ciento de los fertilizantes que se utilizan en el país son de origen nacional,
Como tercer punto se facilitará el uso de semillas mejoradas y asegurar la sanidad de los alimentos con la finalidad de mejorar el control sobre el origen y la calidad de las semillas que se utilizan en el campo mexicano.
La cuarta línea indicó la necesidad de incrementar el riego en todo el país, asegurando que la productividad de un campo con riego tecnificado es cuatro veces mayor que la de uno de temporal, y por ello, durante esta Administración se están realizando importantes esfuerzos para modernizar e incrementar la superficie de riego en el territorio nacional.
Quinta estrategia: Mayor crédito y servicios financieros para el campo. Informó que actualmente menos de 10 por ciento de las unidades productivas del país tiene acceso a crédito, y por ello afrontan serios problemas para modernizarse y elevar su producción.
En sexto lugar se incrementará la oferta y demanda de productos agropecuarios, por lo que se trabajará en el adecuado funcionamiento de los mercados agropecuarios y se tomarán medidas para equilibrar la demanda y oferta de alimentos.
Finalmente se contará con un moderno marco legal para dinamizar el sector agroalimentario de nuestro país.
Indicó que con base en el diálogo y la corresponsabilidad entre el Gobierno de la República y las organizaciones campesinas, de productores, y desde luego de emprendedores se construirán los acuerdos necesarios para la transformación integral del sector rural”.
“Nuestro esfuerzo deberá significarse por una verdadera transformación del agro en todo el país”, indicó.
Por su parte, el Presidente del Consejo Nacional Agropecuario, Benjamín Grayeb Ruíz, enfatizó que producir alimento hoy es una prioridad global, por lo que reafirmó la coincidencia del sector agroalimentario con un “nuevo marco de política pública de largo plazo, adecuado al nuevo contexto mundial y nacional, que maximice el potencial del campo mexicano”.
Destacó que su correcta estructuración permitirá al sector pasar del 1.6 por ciento de crecimiento promedio anual en la última década, a un crecimiento cercano o superior al seis por ciento, “con los consecuentes efectos positivos en el empleo y la seguridad alimentaria, las exportaciones, y principalmente en la reducción significativa de la pobreza”.
Por último dijo que el entorno global coloca a éste como un sector prioritario por primera vez en décadas, al ser “uno de los instrumentos más importantes de bienestar y seguridad social, y una herramienta muy poderosa de desarrollo económico y de combate a la pobreza”.