TOLUCA.- En medio de estrictas medidas de seguridad, el presidente estadounidense, Barack Obama, aterrizó el miércoles en la ciudad de Toluca para una cumbre con los líderes de México y Canadá, en la que se conmemoran 20 años de un tratado comercial no exento de fricciones entre los socios.
El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, recibió a Obama y al primer ministro canadiense, Stephen Harper, en el palacio de gobierno del estado de México en Toluca, ciudad situada a 70 km de la capital federal donde desarrolló su carrera política hasta lograr la presidencia en 2012.
Más de cinco mil policías y militares resguardaron la seguridad de Toluca, capital del estado de México -el más poblado del país- que desde el lunes tiene sus arterias principales y secundarias cercadas por más de 10 mil barreras metálicas y en cuyo centro se revisa y restringió el paso de ciudadanos.
Previo a la llamada cumbre de "Los Tres Amigos", el Partido de la Revolución Democrática (PRD), convocó a una manifestación en Toluca contra la recién aprobada reforma energética que abre la estatal industria petrolera al sector privado, a la que acusan de servir a los intereses de las grandes petroleras multinacionales.
Los desafíos del crimen organizado, en especial la violencia en México, robaron la atención de anteriores cumbres de América del Norte. En esta ocasión, Peña Nieto se presentó en Toluca con este paquete de reformas elogiadas por Washington y aspira a reforzar la integración económica de la región, profundizando el Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN) que entró en vigor en 1994.
Estados Unidos es el destino de alrededor del 80% de las exportaciones de México y su comercio bilateral se elevó desde los 88.200 millones de dólares de 1993 hasta los 508.000 millones en 2013. De su lado, México es el tercer socio comercial de Estados Unidos y también de Canadá (20.300 millones de dólares en comercio bilateral en 2013).
Actores políticos esperaron que las conversaciones trilaterales se concentraran en cómo mejorar un bloque comercial que representa un tercio del Producto interno bruto del mundo, con la posibilidad de llegar a un acuerdo comercial con los países asiáticos conocido como la Asociación Transpacífico (TPP, por su sigla en inglés).
En el proyecto de declaración conjunta también se plantea la concreción de un Plan de Transporte para América del Norte y la armonización de reglas y requerimientos para visitantes de negocios y turistas en aduanas.
FRICCIONES ENTRE LOS "TRES AMIGOS"
Pese a sus lazos comerciales, los socios de este tratado sostienen varias controversias surgieron en las conversaciones y la conferencia de prensa conjunta.
Cabe recordar que en una reunión previa celebrada el martes en Ciudad de México, Peña Nieto volvió a pedir a Harper que elimine la obligación impuesta en 2009 a los mexicanos de obtener una visa para visitar Canadá, que causa gran molestia en el país latinoamericano.
El gobierno canadiense, a su vez, está reclamando a Estados Unidos tomar finalmente una determinación sobre el oleoducto Keystone XL, un proyecto controvertido que llevaría petróleo desde Canadá a Texas, y que ha provocado objeciones masivas de ambientalistas.
La reunión entre los tres líderes norteamericanos deberá servir también, de acuerdo con expertos, para que Obama, que regresó a Washington la misma noche de ayer miércoles, defienda su proyecto de reforma migratoria, clave para la economía estadounidense, que ya consiguió la luz verde del Senado pero que se encuentra estancada y sin mayores esperanzas en la Cámara de Representantes.
La última Cumbre de Líderes de América del Norte se celebró en abril de 2012 en Washington.