El 787 Dreamliner presidencial será armado por la empresa Boeing en su fábrica de Everett, Seattle, considerada como el complejo industrial más grande del mundo el cual es comparable a siete campos de futbol entrelazados; también es una de las más tecnologizadas.
Según la empresa estadunidense el 787 Dreamliner es el “avión del siglo 21” , debido a que cuenta con sistemas de alta tecnología, navegación y seguridad para que el primer mandatario pueda viajar a otros países sin la necesidad de recargar combustible.
La cabina de la aeronave cuenta con los últimos sistemas de radio comunicación y navegación que puede comunicarse en pleno vuelo con cualquier terminal aérea en el mundo, mismos que son digitales controlados por la computadora de la aeronave evitando la manipulación humana.
También tiene integrada un administrador de “plan de vuelo” totalmente digitalizado que le ayudará a los pilotos a seguir la ruta más adecuada y predecir los peligros que los pilotos pueden enfrentarse como son cambios de temperatura, fallas mecánicas o situación de emergencia con los pasajeros.
El nuevo avión presidencial tendrá dos motores ahorradores de energía que podrían ser fabricados por General Electric o Rolls- Royce; máquinas consideradas como las más avanzadas de su tipo que tienen la capacidad de reducir las emisiones contaminantes.
La coraza del 787 es una combinación de aluminio y fibra de carbono que le da al avión más ligereza y mayor aerodinamismo lo que le permitirá ahorrar grandes cantidades de combustible, es decir, podría cubrir una ruta México- Japón sin aterrizar.
Su fuselaje se divide en seis segmentos perfectamente equilibrados que le permite al avión distribuir su peso de la mejor manera posible, estos se encuentran unidos conforme a la presión de las piezas y no con soldadura como ocurre en los aviones comunes