La ignorancia del “pueblo bueno y sabio” es aprovechada ventajosamente para manipularlos, ni idea tienen del
significado de la reforma judicial, tema elemental como el de diferenciar que hay poderes judiciales federal y local en cada Estado de la república y cada uno, tiene definidas sus funciones y la materia, uno – el federal – la Suprema Corte, tiene como función esencial interpretar a la Constitución, resolver las controversias entre los poderes del gobierno federales, locales y estados de la república – resolviendo las controversias Constitucionales y defender – ésta es la esencialidad constitucional, defender a los particulares, por medio del amparo, personas físicas o jurídicas o morales, de los abusos del poder, incluidos los abusos de los mismos abusos del poder judicial – basados históricamente en los sentimientos de la Nación de Morelos “Que todo aquél que se queje con justicia, tenga un tribunal que lo ampare y lo proteja contra el fuerte y el arbitrario”.
Mientras que los tribunales locales – poderes judiciales locales – los de cada uno de los estados de la república resuelven sobre materia del orden común, temas entre particulares, ése es el que resuelve sobre los derechos de los particulares y cuando no lo resuelven, solo así llegan al ámbito de la Suprema Corte, en casos muy excepcionales que no se resuelvan en las primeras instancias, la experiencia es que hasta allá no llegan porque se resuelven antes, por tanto ni idea tienen de la función de los poderes judiciales, tanto que confunden al Poder Judicial Federal y a los poderes judiciales locales, fiscalías y policías, hasta Guardia Nacional. Eso para empezar.
Y aquí está precisamente el garlito, el engaño de los políticos en el gobierno en perjuicio del pueblo de México, aquí es donde vemos cómo personas azuzadas y pagadas gritan, insultan y agreden a los ministros de la corte anegados en su ignorancia exigiendo que sean justos, ah, pero no se dan cuenta que esos tribunales ponen en orden y sancionan al poderoso gobierno. Tan absurdamente ridículo, como pensar que los “pobres” exijan impunidad para los poderosos políticos y a la burocracia gobernante.
En principio, el tema “populista” de venderle a ése “pueblo bueno y sabio” e ignorante la idea de que voten por los ministros de la corte y por los miembros del poder judicial, hasta quien lo propone se exhibe como ignorante, porque se vende como estudioso de la historia y no sabe nada de historia, porque si supiera, sabría que en la constitución del 57 a los ministros se les elegían cada seis años, Así el Congreso en funciones de colegio electoral eligió a Benito Juárez como Presidente de la Suprema Corte, de conformidad con el artículo 51 de la Ley Electoral de 1857. En las elecciones del 12 de julio de 1857, Juárez había ganado diversos distritos electorales.
Después dejaron de ser electos y los nombraba el presidente, exactamente igual que como quisieran hoy, regresión de más de 150 años. Luego fueron nombrados a propuesta del presidente – lo que fue otra farsa – y los ratifica el senado, así, la Constitución de 1857, artículo “92. Cada uno de los individuos de la Suprema Corte de Justicia durará en su encargo seis años, y su elección será́ indirecta en primer grado, en los términos que disponga la ley electoral. Artículo 93. Para ser electo individuo de la Suprema Corte de Justicia, se necesita: estar instruido en la ciencia del derecho, á juicio de los electores, ser mayor de treinta y cinco años y ciudadano mexicano por nacimiento, en ejercicio de sus derechos” (SIC).
Otra vez en la Constitución de 1917 el diputado José María Truchuelo propuso que los ministros fueran electos, afortunadamente entonces no pasó, porque elegirlos comprometía su imparcialidad. Ahora veremos la magnitud de la ignorancia de los legisladores de hoy. Quedará para la historia.
Eduardo Sadot Morales
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