2024, Federalismo, Juárez e Iturbide

Tres fechas memorables en este año de la historia patria, a doscientos años de que nuestro país se organizó como
estados confederados, el nacimiento de la federación, solución ecléctica de la integración de dos corrientes influyentes de marcaron el rumbo de la definición de nuestro país, o como sistema republicano francés, o el sistema federal de Estados Unidos de América, en la Constitución de 1824 que se materializó con la creación del senado de la república.
 
El fusilamiento de Agustín de Iturbide – Agustín Cosme Damián de Iturbide y Arámburu –el 19 de julio de 1824 quien fuera el artífice del fin de la lucha de independencia y la formación del Estado mexicano, un personaje polémico, defenestrado y borrado de la historia patria, podemos criticarlo o defenderlo, pero no podemos regatearle su lugar en la historia, a pesar del paso de los años, su contribución sentó las bases del México nuestro.
Otra fecha memorable que ha pasado inadvertida en el país, es el 18 de julio pero de 1872, hace 152 años cuando falleció el presidente Benito Juárez, a la edad de sesenta y seis años, en tiempos en que el promedio de vida era otro, a esa edad las personas eran consideradas ancianas, llama la atención la evolución de la ciencia y el incremento del promedio de vida.
 
Esas tres fechas, obligan a reflexionar sobre tres momentos en la vida de México cuya evocación basta para pensar en el juicio de la historia, lo efímero que es la vida de las personas y la permanencia de las instituciones.
 
El senado desde su creación, por su naturaleza significa la presencia de los miembros del pacto federal, sus integrantes tienen la representación de las entidades federativas, representan la unidad de México en torno a un proyecto de nación, es la consolidación del anhelo, que impulsó a nuestra nación naciente a consolidar su independencia.
 
Por ahí, hay quienes han pretendido usar de pretexto el pacto, para desechar la integración de lo senadores plurinominales, nada más retrógrada, que pretender desconocer a las minorías, que sin la figura de los plurinominales en el congreso, esto es, senado y diputaciones, un sector de la población quedaría sin representación.       
 
Iturbide tuvo la habilidad de terminar con una lucha que había costado muchas vidas y pérdidas a México, sí es verdad que su ambición le llevó a coronarse emperador, porque las monarquías eran las formas de gobierno a los que todavía estaba acostumbrada la humanidad, si Iturbide hubiese entendido el pensamiento de la revolución francesa de 1789 y el espíritu de la independencia de los Estados Unidos también en este mes de julio el cuatro pero de 1776, quizá Iturbide habría creado las condiciones para haber sido el primer presidente de México.
 
Finalmente el aniversario de la muerte de Benito Juárez el 18 de julio pasó inadvertido para los historiadores de la 4T, la muerte de uno de los personajes del que hablan y se sienten orgullosos y presumen que conocen de historia, pero no les mereció ni una mención, parodiando al cantinflesco Gatell, “Juárez sirve para lo que sirve, para lo que no sirve, no sirve”.
 

Eduardo Sadot Morales

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