La sociedad francesa es famosa por su moral relajada y su aventajada visión de la tolerancia sexual, hoy en las
olimpiadas ha sido cuestionada al aceptar en las competencias a transexuales, grupos tradicionalistas y conservadores se han manifestado en contra de la participación de trans en las competencias femeninas.
Hace años en una reunión académica en Paris se tocó el tema de la igualdad de género, hubo muchas disertaciones sobre la necesidad de reconocer la igualdad entre hombres y mujeres, se llegó a la conclusión de que no son iguales, y ¡Qué viva esa pequeña diferencia!
La nueva disciplina que se estrenará como competencia en Francia será el breakdance, mientras que en Tokio se introdujeron el surf que en esta olimpiada se realizará fuera de Francia continental, pues se llevará a cabo en Thaití, territorio francésen la pollinesia; el skateboard (patineta) escalada deportiva (trepar muros con asideras exprofeso), el BMX freestyle (acrobacia con bicicletas pequeñas en fosa-pista, similar al de patineta)
El tema sobre la igualdad de género ha hecho correr ríos de tinta tratando de explicar la necesidad de luchar por la igualdad, pero quedó muy claro que no son iguales, que – afortunadamente los géneros masculino y femenino son distintos – por ello que bueno que existe esa pequeña diferencia – gracias a ello, se complementan, embonan biológica y sexualmente perfecto. Recientemente se ha desarrollado también la lucha de los grupos LGTB por encontrar espacios para preferencias sexuales diferentes a las tradicionales, ello abre la puerta a la diversidad sexual, pero aún en la diversidad deben existir reglas, principios y valores que se funden en el respeto a la persona, particularmente de niños y adolescentes, de ahí el respeto e igualdad, que lleva también al tema de la igualdad de género y la igualdad en edades, ello obliga al respeto de género incluso los LGBT menores, pero entre los de la misma edad, no puede admitirse esa igualdad con diferencias de edad además de estar penado. La orientación sexual debe ser inclusiva, pero en jóvenes y niños las condiciones deben ser adecuadas y responsables, respetuosas de la edad, no permitir el proselitismo.
Lo que debe haber igualdad es en las oportunidades, igualdad de condiciones de desarrollo de desempeño, que hombres, mujeres y LGBT logren su desarrollo en condiciones iguales y de respeto a la voluntad, derechos y preferencias sexuales, nunca imponer a quien tenga preferencias diferentes, tradicionales o novedosas, cada quien con sus preferencias y gustos pero, como todo en la sociedad, como también sucede en la ideología, respetar a cada persona y mucho menos tratar de convencer o imponer ideologías, preferencias o religiones. Alguien se alarmó y dijo que “a como vemos que va la sociedad y el reconocimiento de otras preferencias sexuales, corremos el riesgo de que se hagan obligatorias”.
Lo que sí debe quedar muy claro como principios y valores: el respeto y la tolerancia. Eso incluye reconocer o aceptar a quienes tiene preferencias “diversas” “diferentes” “modernas” “novedosas” “open mind” o “moral relajada” Ah pero también – y en eso los que exigen tolerancia no son tolerantes – para aceptar a quienes tienen el derecho a no aceptar esos cambios, o pensar igual que ellos y no coincidir con ellos, porque no acepten la diversidad, porque también es su derecho. Y aquí está precisamente “el quid” del problema, un transexual en las olimpiadas, debe competir entre sus iguales transexuales, pero no competir con mujeres u hombres, competir entre iguales es igualdad y equidad, pero aceptar que compita un transexual con alguien que no sea transexual, no es ni igualdad ni es una condición de equidad de género. También es trampa. Ello hará que la selección de atletas en cada país, formen cuadros con ese criterio pero si los ponen a competir, trans-mujeres que optaron por parecer hombres con hombres y trans-hombres que optaron por parecer mujeres, con mujeres es inequitativo e injusto para todos.
Pensar que alguien desee competir con un atleta de alto rendimiento con uno que no lo sea, es inequitativo, menos justo es que para competir equitativamente al de alto rendimiento se le amarre un brazo o un pie para igualar condiciones, claro que no, eso no es equidad, es trampa. El punto es superarse para evolucionar, no como dicen los “cumies” todos parejos pero para abajo, nunca para arriba. Los de la cultura del mínimo esfuerzo (cumies) son como el populista que pide que todos sean iguales – pobres – en lugar de que todos sean iguales, pero ricos, no pobres. Eso no es evolución es involución no es revolución es revisionismo.
Eduardo Sadot
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