La principal tarea de las instituciones gubernamentales está en apoyarse en la ley y respetar la ley y buscar
formas de hacer cumplir la ley, no hacerlo y hacerse de la vista gorda es corrupción o complicidades perversas.
Durante el sexenio que termina, en la ciudad de México poco o nada se ha hecho absolutamente por regularizar lo irregular, la economía informal alienta a la corrupción, el cobro, es mediante prebendas, privilegios, chantajes políticos o funcionarios que se hacen de la vista gorda.
Sabía usted por ejemplo que los mercados populares establecidos, sí esos mismos que se construyeron durante el gobierno de Uruchurtu, para darle forma e imagen de modernidad, en los años cincuenta en que precisamente no existían los supermercados – los “Sumesa” surgieron hasta 1958 – cuando el concepto de autoservicio estaba muy lejos de la cultura de la ciudad de México, apenas en EEUU surgen en los treintas.
Los mercados como el centro de distribución de la merced, y los famosos mercados en cada colonia de la época, San Cosme, Lagunilla, San Juan, el de la Dalia, de la Doctores, Medellín, fueron el orgullo del gobierno de Uruchurtu, así se construyeron con una misma arquitectura y distribución, con techos de lámina, con distribución de iluminación natural en forma de “z”, dotados de equipos de sonido – lo que dio un toque de modernidad – para escuchar las canciones populares de la radio de la época, de la chilena Mona Bell, los churumbeles de España, Pedro Infante, Jorge Negrete y Agustín Lara.
Todos esos mercados hasta la fecha no pagan luz eso lo absorben las delegaciones, no obstante que ahora el costo de los locales es elevado, de eso nada hizo en seis años la secretaría de economía.
Usted ha visto con seguridad la invasión de las calles por los mercados ambulantes, la caja chica del gobierno de la ciudad y sin hablar de Tepito y los grandes asentamientos comerciales irregulares, el fomento impune, descarado, perverso y corrupto de la economía subterránea – y por subterránea no nos referimos al comercio ambulante del metro de la ciudad de México que pagan cuotas subrepticias al gobierno y obviamente no pagan luz porque se cuelgan del alumbrado público que les cobran a los ciudadanos – que produce millones y sigue enriqueciendo las arcas de funcionarios, el “guardadito para las elecciones” la instrucción supuestamente de la Secretaría de Economía como sucedió con amenazas veladas de perder sus espacios si no asistían a los eventos masivos de MORENA, eso si igual o peor que en los mejores tiempo del PRI.
Ante la corrupción e impasividad de funcionarios hoy de MORENA, prófugos del PRI del PAN ahora pintados de guinda despintado que se la jugaron descaradamente con los adversarios de Sheinbaum engañándola por eso quedaron fuera del gabinete y por rechazo de fundadores de MORENA .
La corrupción galopante que fue fuente de ingresos para financiar campañas políticas no ha cambiado, eso les ha valido a los funcionarios de economía, integrarse cómodamente a los beneficios de la corrupción del mercado ambulante, de la “economía subterránea” auspiciada, protegida y promovida por la corrupción de la flamante Secretaría de economía, un elefante blanco que mantiene una costosa burocracia que nada hizo en seis años por acabar con la economía subterránea, porque de esa corrupción vive, ya retomaremos el tema nuevamente.
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