FOSAS.- Ha transcurrido ya más de un mes de los tristes hechos de Iguala sin que se haya observado una acción clara, directa y efectiva de parte del gobierno federal, el cual se ha limitado a “esclarecer” los hechos fincando la responsabilidad en el hoy prófugo alcalde, José Luis Abarca, lo cual todo mundo sabía desde el 26 de septiembre, día de la matanza de normalistas de Ayotzinapa.
Los 43 desaparecidos aquella noche siguen sin ser encontrados a pesar de que se tienen detenidos y declarados a más de 50 personas entre policías y presuntos delincuentes, nadie sabe a dónde fueron llevados, ni que hicieron con ellos.
Las “investigaciones” llevaron a las autoridades de la PGR a descubrir el 4 de octubre 6 fosas clandestinas con 28 cadáveres, ninguno de ellos de normalistas desaparecidos.
En total hasta ahora se han encontrado 9 fosas clandestinas por parte de las autoridades y 37 más halladas por la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) sin que se tenga determinado el número de cuerpos, sexo, edad ni origen de los mismos.
El caso Iguala con 6 muertos y 43 desaparecidos ya provocó la huida de un Presidente Municipal, la caída de un Gobernador, la toma de 17 alcaldías, marchas de protesta en casi todo el país, repudio internacional y hasta señalamientos directos al gobierno de Peña Nieto por parte de la Unión Europa.
También, ha generado acusaciones y señalamientos entre perredistas en los cuales el grupo de Los Chuchos ha salido más raspado, por el apoyo político brindado hasta el último momento. Se supo del encuentro entre Abarca y Jesús Zambrano el 29 de septiembre.
Ni siquiera Andrés Manuel López Obrador y su partido Moreno, se salvaron del rosticero, al ligar a Abarca con quien él ya postulaba como su candidato a gobernador, Lázaro Mazón, quien debió renunciar a cargo en el gabinete de Ángel Heladio Aguirre.
Y no olvidar que Rene Bejarano evidenció al Procurador Jesús Murillo Karam, a quien personalmente dijo que el alcalde ahora prófugo estuvo involucrado en la muerte del activista social Arturo Hernández, y no hizo nada.
Todo ello es de suma gravedad, sin embargo, hasta ahora poco se ha reparado en las decenas de cadáveres encontrados en las fosas clandestinas, lo que pone en evidencia el estado de criminalidad en que ha vivido Guerrero desde hace años, sin que nadie, ninguna autoridad local, estatal ni federal hiciera algo. ¿Ahora sí podemos esperar resultados?
SUSURROS.- Cinismo es la única palabra que puede emplearse para definir la decisión de Raúl Plascencia Villanueva para buscar formalmente la reelección al frente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, cargo que ocupó desde hace cinco años, lapso durante el cual fue omiso a su responsabilidad, sumiso al poder y, se dice, preciso en el enriquecimiento inexplicable. Faltaría solo que en el Senado hicieran eco a su candidatura… Realmente interesante resulta la iniciativa que el senador Patricio Martínez presentó la pasada semana para resolver el casi nulo poder adquisitivo de los salarios mínimos, en lugar de un aumento generalizado plantea autorizar a los empleadores el otorgamiento de un salario nivelatorio que se pagaría como incentivo, esto es ajeno a contribuciones al IMSS, Infonavit, Hacienda o Sindicatos. Habrá que verlo a fondo.