Desde finales del 2014 la economía mexicana comenzó a acelerarse, generando expectativas alentadoras, esto como muestra de una clara recuperación y fortaleza para los bolsillos de los mexicanos.
Hace algunos días economistas del Banco de México presentaron su Global Economic Prospects para explicar que la implementación de las reformas facilitarán el crecimiento y recuperación económica mexicana lo que permitirá una expansión del Producto Interno Bruto de 3.3. % en el 2015 y en aumento por los próximos dos años. En medio del 45 Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, analistas y funcionarios coincidieron en que México será la excepción de América Latina y crecerá por encima del promedio, lo que lleva al país a escapar de la tendencia del declive económico.
El pasado recorte preventivo al gasto público anunciado por el gobierno federal merece una lectura adecuada, que sí bien impacta en algunos proyectos que se tenían contemplados, como el tren rápido de la ciudad de México a Querétaro, cuya medida debía de tomarse para evitar futuros impactos en nuestra economía. Aun cuando nuestros ingresos públicos se encuentran protegidos ante una disminución el precio del petróleo debido a que contamos con coberturas financieras. Pero debemos tener presente que somos una economía abierta, que tiene una relación con el resto del mundo y debemos de blindarnos ante cambios en las condiciones financieras internacionales, así como a una menor perspectiva de crecimiento de la economía mundial y la probabilidad de que los precios del crudo se mantengan bajos, de ahí el ajuste preventivo y responsable.
Sin embargo, los proyectos de inversión que se mantienen son la construcción del nuevo aeropuerto internacional de la ciudad de México, una de las mayores obras de infraestructura de la actual administración, así como los programas de conservación de carreteras federales y caminos rurales. Se dará continuidad a programas relevantes que han mostrado su importancia como Prospera, la principal palanca gubernamental de combate a la pobreza y los de empleo temporal, así como el presupuesto a las universidades y las transferencias a entidades y municipios para la nómina educativa, entre otros.
México es uno de los países que cuenta con mayor credibilidad en sus políticas financieras por la acelerada actividad reformista, gracias a ello nuestra economía tiene mayor facilidad de ajustarse a las condiciones internacionales y así convertirnos en un país más activo dentro de los mercados internacionales.
Por ello la decisión de recortar el gasto público del presente año merece una lectura responsable, porque nos permite fortalecer la confianza en las finanzas públicas y reducir las necesidades de financiamiento internacional, es decir, la dependencia externa y así poder hablar de una economía mexicana en marcha.
*Economista y Doctor en Finanzas
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