Gracias a las Reformas a Telecomunicaciones, desde este 2015 las audiencias y los concesionarios tienen una figura: el Defensor de las Audiencias consagrado en los artículos 259 y 261 de la Ley TELECOM.
Su papel es defender a los radioescuchas y televidentes de los presuntos abusos de los dueños de los medios de comunicación.
Esta figura se aprobó al vapor y “sin dientes”, es más sanciona al propio Ombudsman de cada empresa ¡por no cumplir con sus obligaciones!, el medio queda intacto (Artículo 311 inciso C, fracción I).
Comparto la opinión de académicos y defensores de la libertad de expresión, en el sentido de que no basta con la “autorregulación” como está tipificado en la legislación actual. Cada empresa nombra a su propio Ombudsman ó uno para varias concesiones para que rectifique ante sus excesos ante radioescuchas o televidentes. En serio. Por ejemplo, quitar un programa, noticiero o conductor, bueno hasta modificar la secuencia de una telenovela.
Es necesario crear una figura más allá de los medios que sepa de los abusos de los concesionarios y rectifique en caso de que el Derecho de las Audiencias se vea vulnerado. Un auténtico Ombudsman que actúe ante la presunción de que se haya violentado un derecho fundamental, como funciona la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
Es obvio que no siempre se le dará la razón al quejoso, es más puede funcionar como árbitro en una controversia. Por ejemplo, que bajo el “argumento de decisiones editoriales” se limite el ejercicio periodístico.
Ya le pasó al Equipo del Punto Crítico Radio en Estudios Chapultepec ABC Radio, ahí la empresa “adelantaban” las noticias principales antes de nuestro noticiero; cuando nuestro público esperaba nuestro “teaser”, con “nuestro estilo de dar las notas”.
Es un ejercicio, pero si hubiese existido una queja de la Audiencia ante un hipotético “Ombudsman de las Audiencias”, seguiríamos en aquellos rumbos o quizá le hubiera dado la razón a la Radiodifusora. No sabemos. Pero al menos alguien sería escuchado de verdad.
Todo lo anterior, lo comento por el conflicto que se vive entre MVS Radio y el equipo de Carmen Aristegui, nosotros creemos que le asiste la razón a la segunda, pero en verdad, hace falta el Ombudsman más allá del propio medio, que dé su opinión vinculante.
Por último, no hay que olvidar que nuestras leyes advierten en todo momento que el Espacio Radioeléctrico corresponde al Estado Mexicano y que la Libertad de Expresión y los Derechos Fundamentales están plenamente garantizados. El Ombudsman de los Medios urge.