L12, la hipoteca más pesada

desdeelcrisol

En el año 2008, el anuncio del anterior jefe de gobierno se recibió con gran esperanza, se tomó en ese momento la decisión de construir y edificar la llamada Línea Dorada, una línea adicional de Metro en la Ciudad de México que tanta falta hacía para los

habitantes de la zona oriente, habían pasado además 15 largos años sin que en la Ciudad se construyera un sólo centímetro para un transporte tan importante en una ciudad cosmopolita como la capital del país.

En ese momento el anuncio iba acompañado de la inversión de 17 mil 500 millones de pesos. Al cabo de 4 años de construcción y posterior inauguración, la sorpresa fue mayúscula, la obra cerraba con un monto de gasto de más de 24 mil 500 millones de pesos, un sobrecosto muy considerable, la corrupción, la negligencia había imperado.  

No obstante lo anterior, aún faltaba conocer la extraña y por demás ventajosa contratación del arrendamiento de los trenes que correrían por la Línea 12, la empresa CAF obtenía un contrato en la estrepitosa cantidad de más de mil 500 millones de dólares, a pagar en 15 años por todos los capitalinos. Trenes que a la postre se comprobaría que no son compatibles con las vías de la Línea 12.

Todo el desastre administrativo, financiero y técnico tuvo el desenlace inminente de cuando las cosas se hacen mal, el cierre de prácticamente la mitad de la mal llamada línea dorada y con ello todo el daño patrimonial al distrito federal y sus habitantes.

Aun con todo eso, y por si fuera poco los últimos anuncios nos indican que la inversión para poder rehabilitar y echar a andar la fallida Línea 12, será de hasta 2 mil millones de pesos, eso sin que se garantice que la línea pueda volver a funcionar al 100 por ciento. Lamentable.

En sí, la loza y la hipoteca para el gobierno capitalino y más aún para los contribuyentes es por demás pesada, pues a todo ello se suma también que una vez que se logre poner en marcha nuevamente a la Línea 12, ésta absorberá nada más y nada menos que una cantidad que sobrepasará los mil millones de pesos cada año durante toda su vida tan sólo para su mantenimiento, el doble de lo calculado en su origen y mucho más de lo que cualquiera de las 11 líneas restantes recibe año con año.

Sin duda, el reto es grande para las autoridades capitalinas, lo menos que pueden hacer será una reingeniería técnica y financiera que solvente el reto sin dañar más la Hacienda Pública y a su vez revisar serenamente el plan de rehabilitación que garantice seguridad a los usuarios y, sin prisas y obsesiones reabrir la línea de Metro que ha hipotecado a la Ciudad de México.

Diputado del PAN
Presidente de la Comisión de Hacienda y ex Integrante Comisión Investigadora L12 ALDF

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