En días pasados me correspondió acudir al recinto de Donceles para escuchar el informe que presentaría el señor Miguel Ángel Mancera Espinoza a los nuevos diputados que acaban de estrenar curul. Y no es que sea yo un especialista en
materia de rendición de cuentas, pero es que el Director de este libelo tiene cada ocurrencia que lo pone a uno a parir chayotes. El caso es que fui en transporte público y me llevé una brutal soba porque regresaba yo en camión de la Ciudad de Puebla, y el Metro estaba a reventar. Lo que pase Dios lo sabe, que hay penas que no se acaban. Y es que me toquetearon por todos lados, y como quiera que sea un rozón en las teleras cualquiera se lo guarda, el problema es que también me toquetearon por el frente y eso si no me gustó nadita porque alcance a verle la cara al hijo de su jijurria que lo hizo, y francamente aparte de "jotingo" era muy feo, con el debido respeto a los jotingos que se consideren bonitos.
Después de la pena, pensé que las cosas volverían a la normalidad, pero me lleve el mayor chasco de la semana porque cuando llegue a la confluencia de Allende y Donceles la cosa estaba peor porque aparte de jotingos también había porros. Yo no se quienes hayan sido los presuntos líderes que llevaron a sus huestes con tal de quedar bien con el señor Mancera, pero mas que hacerle un favor lo que provocaron fue el enojo de mucha gente que comenzó a refrescarle la progenitora por andar organizando este tipo de jolgorios cuando debiera ser un evento serio y no de corte populista. Y no es que sea yo muy delicado, pero en el tumulto para la entrada no tan solo me toquetearon, también me impusieron uno que otro pellizco en santa sea la parte que decidí empujar habría el frente cual Gar Derecho del equipo de Cóndores de la UNAM.
Ya dentro, los lugares estaban ocupados por las huestes de no se quien, y los idiotas que debieron poner orden de plano se hicieron como que les hablaba la Vírgen de los Pellizcos y se desentendieron de quienes representábamos al honorable gremio de periodistas que siempre somos los menos apreciados y a quienes mas buscan cuando de publicitarse se trata. Porque ahí vi a varios que fueron a mi cabina de radio a entrevistas y ni siquiera voltearon a vernos. Y mira que también varios compañeros conductores de radio habíamos en el lugar.
Lo cierto es que en esa rebatiña por pelear los lugares y por andar reclamando a los organizadores que para que me invitan si ni siquiera veía yo lo que estaba ocurriendo en la sala, solamente alcance a escuchar el "Muchas Gracias" del señor Mancera, un estruendoso aplauso de los paleros y uno que otro invitado, y puras mentadas de madre de parte de mis compañeros. Eso si, con todo y que el perredismo anda de capa caída no cabe duda que los especialistas en este tipo de eventos hicieron bien su trabajo: retacar de gente el recinto de Donceles, aunque los periodistas no nos hayamos enterado de lo que dijo el señor Mancera. Entrega fallida. He dicho. Vale. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
En días pasados me correspondió acudir al recinto de Donceles para escuchar el informe que presentaría el señor Miguel Ángel Mancera Espinoza a los nuevos diputados que acaban de estrenar curul. Y no es que sea yo un especialista en materia de rendición de cuentas, pero es que el Director de este libelo tiene cada ocurrencia que lo pone a uno a parir chayotes. El caso es que fui en transporte público y me llevé una brutal soba porque regresaba yo en camión de la Ciudad de Puebla, y el Metro estaba a reventar. Lo que pase Dios lo sabe, que hay penas que no se acaban. Y es que me toquetearon por todos lados, y como quiera que sea un rozón en las teleras cualquiera se lo guarda, el problema es que también me toquetearon por el frente y eso si no me gustó nadita porque alcance a verle la cara al hijo de su jijurria que lo hizo, y francamente aparte de "jotingo" era muy feo, con el debido respeto a los jotingos que se consideren bonitos.
Después de la pena, pensé que las cosas volverían a la normalidad, pero me lleve el mayor chasco de la semana porque cuando llegue a la confluencia de Allende y Donceles la cosa estaba peor porque aparte de jotingos también había porros. Yo no se quienes hayan sido los presuntos líderes que llevaron a sus huestes con tal de quedar bien con el señor Mancera, pero mas que hacerle un favor lo que provocaron fue el enojo de mucha gente que comenzó a refrescarle la progenitora por andar organizando este tipo de jolgorios cuando debiera ser un evento serio y no de corte populista. Y no es que sea yo muy delicado, pero en el tumulto para la entrada no tan solo me toquetearon, también me impusieron uno que otro pellizco en santa sea la parte que decidí empujar habría el frente cual Gar Derecho del equipo de Cóndores de la UNAM.
Ya dentro, los lugares estaban ocupados por las huestes de no se quien, y los idiotas que debieron poner orden de plano se hicieron como que les hablaba la Vírgen de los Pellizcos y se desentendieron de quienes representábamos al honorable gremio de periodistas que siempre somos los menos apreciados y a quienes mas buscan cuando de publicitarse se trata. Porque ahí vi a varios que fueron a mi cabina de radio a entrevistas y ni siquiera voltearon a vernos. Y mira que también varios compañeros conductores de radio habíamos en el lugar.
Lo cierto es que en esa rebatiña por pelear los lugares y por andar reclamando a los organizadores que para que me invitan si ni siquiera veía yo lo que estaba ocurriendo en la sala, solamente alcance a escuchar el "Muchas Gracias" del señor Mancera, un estruendoso aplauso de los paleros y uno que otro invitado, y puras mentadas de madre de parte de mis compañeros. Eso si, con todo y que el perredismo anda de capa caída no cabe duda que los especialistas en este tipo de eventos hicieron bien su trabajo: retacar de gente el recinto de Donceles, aunque los periodistas no nos hayamos enterado de lo que dijo el señor Mancera. Entrega fallida. He dicho. Vale. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.